Argentina apeló el fallo de Griesa


La Argentina apeló ayer ante la Corte de Nueva York el fallo del juez Thomas Griesa que le impidió al Citibank ejecutar el pago del 31 de marzo y que derivó en la posterior suspensión de la entidad para operar en el mercado bursátil.

A través de sus abogados, el país asumió la presentación de la apelación ante el tribunal superior y argumentó que los “títulos nominados en dólares con legislación argentina no son deuda externa sino interna y no pueden estar alcanzados por el fallo de Griesa”.

En ese pacto, el Citibank se “comprometió a no apelar la orden de Griesa que le impedía realizar el pago de los bonos en dólares con legislación argentina y a abandonar el negocio de custodia de bonos nacionales, a cambio de que se le otorgue una excepción para cumplir con los vencimientos del 31 de marzo y 30 de junio”.

El juez de Nueva York no autorizó los pagos -tal como lo había hecho en otras tres oportunidades- pero dijo que "no lo impediría".

Como respuesta al acuerdo, el Gobierno nacional suspendió al banco como operador bursátil y también canceló la licencia de su presidente, Gabriel Juan Ribisich.

La situación del Citi. El presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, a través de una comunicación telefónica mantenida con el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, transmitió absoluta tranquilidad a los trabajadores sobre la situación operativa y de solvencia de la entidad bancaria

Esa entidad financiera "está funcionando normalmente, ya que su situación de liquidez y solvencia es buena", indicaron fuentes de la autoridad monetaria, agregando que ese fue el mensaje comunicado por Vanoli a Palazzo y que ha llevado calma a la ansiedad que había respecto a la situación en algunos sectores laborales.

Funcionarios del Banco Central de la República Argentina realizaban una inspección integral en la sede central del Citibank en Buenos Aires, luego de la suspensión aplicada al titular de la entidad, Gabriel Ribisich, por el acuerdo firmado con los holdouts.

Este acuerdo fue cuestionado por el ministro de Economía, Axel Kicillof, que lo calificó de "violatorio de la normativa argentina", y por su parte, la Comisión Nacional de Valores (CNV) suspendió preventivamente al banco para operar en el mercado de capitales.