Del Conurbano a las comunidades originarias, solidaridad


La asociación civil “Respuesta Social y Solidaria” lanzó su campaña 2012/13 destinada a recolectar alimentos, medicamentos e insumos para comunidades wichís y chorotes del Noroeste argentino. El objetivo, aseguraron a Info Región, es que las comunidades originarias “puedan tener un vivir digno, respetando las diversidades”.

La entidad bonaerense sin fines de lucro continúa viajando cada año –en época invernal- hacia la provincia de Salta, en las cercanías de Tartagal, donde habitan decenas de comunidades originarias con severas dificultades para acceder a condiciones de vida dignas y que padecen limitaciones para su modo de subsistencia tradicional (como recolectores o cazadores) provocado por la degradación del medio ambiente.

Por eso, los integrantes de la ONG, además de acercar alimentos y medicinas para resolver las principales urgencias, se encuentran “tratando de fomentar emprendimientos” entre los wichís para favorecer el desarrollo de una economía sustentable.

“El año pasado llevamos palas, machetes, hachas y carretillas que les vienen bien porque pueden hacer carbón, ladrillos de adobe y zanjas. Este año pusimos un lavatorio en la puerta de cada casa, que son 130”, contó a este medio Víctor Padula, uno de los impulsores de la iniciativa.

En los comienzos, en 2007, el vínculo solidario se fortaleció con la comunidad wichí de Pozo de Tigre, donde viven unas 500 personas. En la actualidad, también brindan asistencia a los wichís de ‘Kilómetro Dos’ y ‘Cañares Altos’ (220 y 130 habitantes, respectivamente) y a la comunidad chorote de La bolsa (130).

Desde Respuesta Social y Solidaria apuntan, sobre todo, a “cubrir sus necesidades básicas”, pero también a “planificar micro emprendimientos”” y “desarrollar campañas de concientización y promoción de la solidaridad”.

Los viajes se realizan durante las vacaciones de invierno, cuando los miembros de la ONG –en su mayoría docentes y profesionales- pueden viajar hacia Salta y el clima del noroeste permite el ingreso desde las rutas a las comunidades, dado que durante el verano es época de lluvias y los caminos no son transitables.

Al respecto, Padula narró cómo es una travesía desde el Conurbano bonaerense hasta el límite entre Argentina, Bolivia y Paraguay: “Vamos de Buenos Aires a Tartagal, parando en el medio porque son 1700 kilómetros. En Tartagal están todos los contactos hechos previamente con Gendarmería donde llegan los camiones y algunas cosas donadas. Gendarmería nos da el apoyo con algunos camiones, igual que la municipalidad de Santa Victoria Este, y nosotros contratamos un semi para hacer 200 kilómetros tremendos por tierra”, comentó.

En tanto, desde la organización aclaran que no están “organizados por política ni religión” y definieron: “Estamos abiertos a todos los credos e ideologías políticas”.

Por su parte, Padula resumió cómo se dan las relaciones en cada uno de los viajes o interacciones: “El vínculo es de hermanos. Ellos nos dicen Kalyi que significa amigo en wichí y no le dicen así a cualquiera. Si no te conocen o aprecian dicen paisano. Nosotros compartimos muchas cosas”, destacó.

Los interesados en participar de la colecta solidaria deben comunicarse con los organizadores a través de la página de Internet (www.kalayi.com.ar) o del usuario de la red social Facebook: Kalayi Respuesta. Por último, Padula celebró que cada año se suman más integrantes, todos del Conurbano bonaerense, con la intención de sumarse y colaborar con las comunidades originarias.

El listado de donaciones publicado por la ONG es amplio e incluye alimentos no perecederos (“con cartitas para los chicos”), medicamentos -sobre todo anti diarreicos, antigripales, antifebriles, antiespasmódicos, gasas, apósitos, desinfectantes, algodón, vendas, desinfectantes y repelente- utensilios de cocina, vajilla, fósforos, velas, linternas a dínamo, ropa, mantas, almohadas, colchones, juguetes, útiles escolares y materiales para la construcción en desuso como inodoros, bidet, chapas, cocinas y cerámicos.