Casos Sona y Tuffner: las familias esperan la elevación a juicio


Oscar Sosa, acusado por el asesinato de Melisa Tuffner, está en prisión desde septiembre del año pasado en Florencio Varela mientras que a Marcos Maciel, acusado por el crimen de Ariadna Sona, también le dictaron prisión preventiva y seguirá en la cárcel hasta el juicio.

Las familias de las victimas celebraron la preventiva para ambos acusados y ahora esperan con cautela que se establezca la fecha de los juicios.

Caso Tuffner. La causa por el crimen de Melisa Tuffner está caratulada como "homicidio agravado". Sosa, el único imputado, está detenido desde septiembre del

año pasado. "Está alojado en Florencio Varela y estamos esperando con muchas expectativas el juicio oral", señaló Marcelo Tuffner, padre de la víctima, a Info Región.

"Por suerte ya el año pasado se le confirmó la preventiva", resaltó e indicó que el viernes Sosa se debe que presentar en la UFI Nº12 de Lomas para realizar una "ampliación declarativa".

El 19 de julio del año pasado, Melisa fue encontrada golpeada e inconsciente. Había salido de su casa alrededor de las 18.40 y tenía previsto asistir al partido que Temperley disputó con Independiente en el Alfredo Beranger. Alrededor de las 20.30, autoridades policiales le avisaron a la familia de la joven que había sido hallada “tirada, golpeada e inconsciente” en Glew y que había sido trasladada a la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Longchamps.

Al día siguiente, fue derivada al Hospital Sirio Libanés, de Villa Devoto, donde falleció el 22 de julio por una hemorragia interna.

Caso Sona. Marcos Maciel, de 26 años, también está acusado de femicidio por el crimen Ariadna Sona y le dictaron la prisión preventiva.

"Estamos esperando los resultados de las pericias de las cámaras de la ruta", apuntó Susana, madre de Ariadna, y celebró que Maciel "espere el juicio en prisión".

Ariadna fue asesinada en diciembre del año pasado en El Jagüel, Esteban Echeverría. Había salido a hacer las compras al centro comercial y dos horas más tarde fue encontrada por efectivos policiales, desvanecida a metros de la estación de trenes.

Tenía 17 puñaladas en la cabeza, una oreja y tres dedos mutilados. La joven había llegado en gravísimo estado al hospital Santamarina de Monte Grande, donde falleció tras días de agonía.