En la región atribuyen a la “presión impositiva” las subas de precios




Según el “Estudio integral de la carga tributaria Argentina sobre el sector de restaurantes y hoteles- 2015”, presentado el 8 de enero por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la presión tributaria argentina en términos efectivos, esto es medida como la recaudación en porcentaje del PIB, “alcanza en la actualidad máximos niveles históricos”. El informe advierte que la recaudación de los tres niveles de gobierno (Nación, Provincias y Municipios) “ascendió a un 35% del PIB” en 2014 y “habría llegado a un 37” el año pasado. Desde diferentes cadenas gastronómicas de la región confirmaron la tendencia y aseguraron que hoy “el empresario que quiere abrir un restaurant, hoy lo piensa tres veces”.

“Tenemos una carga tributaria muy alta a nivel nacional provincial y municipal. En distritos como Lomas de Zamora si bien las tasas implican una contraprestación del municipio, tenemos varias tasas superpuestas que implican para nosotros una carga excesiva”, apuntó a este medio el director comercial de una importante cadena de heladerías de la zona.

Según el informe del IARAF, en Lomas de Zamora, la carga tributaria incluida en el precio al consumidor asciende al 40 por ciento, situación que resulta similar en Esteban Echeverría (40%), Avellaneda (39,9%), Lanús (39,9%) y Almirante Brown (39,7%).



“En ocupación de la vía pública, estamos pagando tres impuestos o tasas superpuestas”, denunció el empresario de la cadena de heladerías, que prefirió no revelar su identidad. “Una es por ocupación de la vía pública, otra es por cerramiento y otra por mesas y sillas. Entonces, en Las Lomitas por ejemplo, pagas tasas elevadísimas de Alumbrado, Barrido y Limpieza, pero también esta triple tasa por ocupación de la vía pública: la de la ocupación obviamente, pero también te cobran por cada mesa con cuatro sillas un valor determinado, que es alto, y los lugares con cerramiento auditivo para que el cliente esté más cómodo”

“Tenés una triple imposición sobre una misma vereda”, señaló y lamentó que el sector gastronómico “tiene una mano de obra intensiva y da servicios a la comunidad y ese factor se debería tener en cuenta”.

Según el estudio del IARAF, en el análisis global de la carga tributaria se consideran los siguientes impuestos subnacionales: Impuesto a los Ingresos Brutos provincial, Tasa de Seguridad e Higiene municipal, Impuesto Inmobiliario y Tasa de alumbrado, barrido y limpieza, y los siguientes del orden nacional: Impuesto al Valor Agregado- IVA-; Impuesto a las Ganancias (incluyendo la sobretasa a la distribución de utilidades); Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social; e Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios.

En el caso de los restaurantes, se observa que aproximadamente “un 40% del precio que paga el consumidor se origina en impuestos nacionales, provinciales y municipales”.



“Cuando queremos franquiciar una de nuestras sucursales nos encontramos que cuando el futuro franquiciado empieza a ver los costos ocultos, se retira. Entonces, estamos ahuyentando inversiones y la posibilidad de crear nuevos puestos de trabajo”, criticó.

Sin ganancias. Desde otra cadena gastronómica de la zona advirtieron que “hoy el sector gastronómico no tiene ganancia”. “La ganancia es mínima. En la mayoría de los casos, estamos por debajo de la línea de flotación porque los costos se han elevado terriblemente, tanto los fijos como los variables”, apuntó otro empresario con locales en diferentes puntos de la Provincia.

“El aumento de los precios ha sido de una magnitud tan grande que cuando históricamente se podía hablar de un 40 por ciento de costos en mercadería, hoy estamos en un 50 ó 55”, detalló y disparó: “Algunos comercios ganan muy poco y otros pierden”.



Costos ocultos. Ambos empresarios mencionaron que al sector se suman “otras presiones económicas” como la enorme cantidad de juicios laborales.

“Hay una industria del juicio laboral. El 99% tienen sentencia social y no imparten justicia, ya que puede haber un empleado que te roba y, si lo echas por eso, lo perdés igual el juicio”, señaló el director comercial de la cadena de heladerías.

“También entra dentro del costo los accidentes de trabajo y las multas, que en este momento los municipios están muy estrictos. Esta situación se vuelve un combo que hace que hoy en día al empresario que quiera abrir un restaurant lo piense tres veces”, aseguró.

Cintia Vespasiani