Banfield no logró consolidar lo realizado en su visita a Paraná con Patronato (victoria 2-0) y cayó, nuevamente, 2-0 ante su clásico rival, Lanús. En esa línea, el Taladro perdió una nueva chance de levantar cabeza en un pálido torneo que lo tiene con 11 unidades y un partido más, a un punto de los últimos Sarmiento de Junín y Quilmes.
“El partido estaba controlado, en un minuto la expulsión de Walter (Erviti) y el gol de Ayala (Víctor) cambiaron las cosas, hasta ese momento, salvo la jugada del penal, no había situaciones importantes del adversario y nosotros teníamos el control del juego. Tuvimos una tenencia de la pelota mayúscula y buscábamos los espacios para intentar lastimar”, comentó Julio César Falcioni, posterior a la derrota con el Granate.
Autocrítica
Si bien el funcionamiento de Banfield no fue de la mano con el resultado y mereció más, el equipo cayó nuevamente en un partido trascendental y atentó contra sus aspiraciones futuras. Por otro lado, el rival fue ni más ni menos que el líder indiscutido de la zona 2 (con 31 unidades está a cinco del escota Estudiantes), transita un buen momento y la confianza conllevó un papel preponderante.
En consonancia, el Emperador, desarrolló: “Tuvimos errores muy puntuales, jugamos contra un buen equipo que nos respetó, se acomodó a una situación de partido que les fue favorable y nosotros con nuestras armas no pudimos contrarrestarlo”.
“El rival juega de una manera y nosotros teníamos que sobreponernos a eso, salen rápido con (Pablo) Mouche y (Lautaro) Acosta, intentamos ganar con los laterales, en ocasiones se pudo y en otras no”, continuó.
Fallos discutidos
El encuentro clásico tuvo en su haber muchas decisiones que pasaron por la terna arbitral y cobraron notoria importancia. En primera medida Fernando Espinoza, colegiado del choque, le mostró la doble amarilla a Iván Marcone en el combinado local, dejándolos con 10 hombres cuando corría un cuarto de hora.
Posteriormente, sobre el cierre de la primera parte determinó un penal a favor del dueño de casa que según se pudo apreciar fue ajeno a las dimensiones del área.
“Fue un penalsito. Me parece que lo tocan en la espalda pero no vi penal”, sostuvo Falcioni.
Por último, otra vez en ocasión de doble amonestación, envió a Erviti antes de tiempo al vestuario colocando las acciones en igualdad de condiciones.