La lucha es “constante”, pero “no hay grandes cambios”


Se conmemora hoy el Día contra la Violencia Institucional, motivo por el que la reflexión se torna necesaria, especialmente en un contexto en el que la búsqueda de justicia se hace difícil para familiares de víctimas.

Gonzalo Bugatto, hermano de Lautaro, advirtió que este caso “fue distinto” porque el joven asesinado “era jugador de fútbol”, pero se preguntó: “¿Cuántos pibes pasan por situaciones similares y son incriminados por cosas que no hicieron y juzgados producto de que les plantaron pruebas?” “Estas son cosas que pasan y siguen pasando, en nuestro caso fue distinto porque hubo testigos, y se encaminó todo pronto, pero hay muchas personas que no pueden decir lo mismo, que terminan siendo víctimas de este sistema injusto que tiene a la policía como un exponente clave”, apuntó.

Pidió, en ese marco, “estar atentos y no comprar todo lo que se dice”. “Es una lucha constante y tenemos que estar atentos a lo que nos quieren vender, porque todo se construye por los discursos estigmatizantes y se terminan naturalizando”, insistió Bugatto en diálogo con Info Región.

“Hoy dimensiono de otra manera todo lo relacionado a esto, porque lo vivimos con mi hermano y el haber conseguido una instancia judicial favorable nos sentimos muy satisfechos, en el sentido de la reivindicación simbólica y el acto reparador de la Justicia”, analizó sobre la condena al asesino de Lautaro.

Gatillo fácil. Lautaro fue asesinado por un policía, quien intentó advertir que fue un enfrentamiento y la muerte se enmarca en la “legítima defensa”.

“Muchas veces la estigmatización y la mentira para justificar un hecho delictivo por parte de la policía es de manual, el hecho de escudarse en una caratula de exceso en legítima defensa que es el último reparo que tienen cuando cometen una locura. Porque siempre que algo así ocurre se plantea que disparó porque era un robo, porque fue un enfrentamiento, y muchas veces no hay nada de eso, solo un uso desmedido de su investidura, y hay casos de sobra en vida pública”, comentó en ese sentido.

Sin grandes cambios. Así lo advierte Oscar Castellucci, papá de Martín, asesinado a golpes por un patovica y abandonado a su suerte por policías que debieron intervenir y asistirlo.

“No veo que haya grandes cambios para mejor sobre este tema más allá de la gran importancia de la visibilización de esta problemática y lo importante que es poder difundirlo, discutirlo, instalarlo y mostrar que esto ocurre, porque pareciera que hay un determinado manto que intenta no hablar sobre la violencia institucional, y eso se ve reflejado muchas veces por los grandes medios de comunicación”, dijo, en consonancia con lo expresado por Bugatto.

Lamentó que “la violencia institucional es algo que sigue ocurriendo, que pasa a diario y que tiene como víctimas a las personas de menores recursos, que se ven directamente perjudicadas por el abuso de poder de las fuerzas policiales”. “En este día, es muy necesario hablar, concientizar y dar cuenta de que esta problemática existe, está en la sociedad y tenemos que verla para que deje de ocurrir”, amplió en una charla con Info Región.

“No noto grandes cambios entre un gobierno y otro y su trato sobre este tema, por eso el rol social es muy grande. Tampoco siento que los casos hayan disminuido, es algo que afecta fuertemente a los más desprotegidos”, concluyó el padre de Martín y titular de la Asociación Civil que lleva su nombre, que trabaja con esta problemática y en la asistencia a víctimas y familiares.

Jornada de lucha. El Día de la Lucha contra la Violencia Institucional se conmemora en Argentina en homenaje a las víctimas de la “Masacre de Budge”, que ocurrió el 8 de mayo de 1987 cuando los jóvenes Oscar Aredes, Agustín Olivera y Roberto Argañaraz fueron asesinados por policías. Los acusados fueron condenados en 1994 a 11 años de prisión. Sin embargo, permanecieron prófugos mucho tiempo y recién fueron capturados en 1998 y 2006.