Destrozos y acusaciones cruzadas en Avellaneda


Fuertes acusaciones cruzadas y una oficina municipal destrozada es lo que dejó el nuevo capítulo en el conflicto entre el Municipio de Avellaneda y el Sindicato de Trabajadores Municipales (STMA).

Según indicaron a través de un comunicado de la Municipalidad y en la cuenta de Twitter del propio intendente Jorge Ferraresi, ayer una “patota” identificada con indumentaria del STMA “irrumpió en la Subsecretaría de Gobierno, rompió computadoras, escritorios y elementos de oficina, además de desparramar volantes con amenazas en el lugar”.

De acuerdo a lo informado por el gobierno comunal, el personal policial que presta servicio en el edificio municipal se hizo presente en el lugar y la situación se calmó a pesar de las discusiones de los gremialistas con los efectivos.

Expresaron luego que esperan “un rápido accionar de la Justicia, que deje en claro el carácter faccioso de quienes llevaron adelante esta injustificada agresión cobarde y violenta”.



La respuesta del STMA. Consultado por Info Región, el diputado provincial y secretario general electo del STMA, Hernán Doval, aclaró que “la única oficina en donde hubo disturbios fue la de Personal, cosa que Ferraresi no aclara, porque la convirtió en su ESMA personal”.

“Ahí es donde Fabián Monzón (subsecretario de Gobierno y director de Personal) tortura a los trabajadores municipales y esto lo vengo denunciando hace muchos meses, todo el mundo sabe, nadie se puede hacer el distraído”, aseveró el líder del gremio, quien sostiene que el funcionario obliga a los empleados a desafiliarse del sindicato.

En ese marco, indicó que “echaron a una serie de compañeros nada más porque se afiliaron al STMA, especialmente de la Dirección de Niñez, y ante la negativa de quererlos atender, de querer darles una respuesta, reaccionaron”.

“No fue ninguna patota, fueron todos trabajadores que reaccionaron porque no les quisieron dar una respuesta ante el apriete y las cesantías”, sostuvo Doval y advirtió: “Hay compañeros que todavía reaccionan ante la indignación, no son todos corderitos que porque los asusten y los aprieten van a hacer lo que quiera Ferraresi”.

Pablo Rojas