Multitudinaria convocatoria contra la violencia machista


Las columnas llegaban por distintos puntos aunque algunas tomaban forma recién cuando arribaban a la Plaza de Mayo. El color violeta invadió el centro porteño, pero también algunos centros urbanos en distintos puntos del país. La tercera movilización bajo el reclamo “Ni una menos” y “Vivas nos queremos” se sintió con fuerza, por tercer año consecutivo.

Las estadísticas siguen generando alarma, repudios, impotencia. Este 3 de junio se concretó una nueva movilización contra la violencia machista y por políticas de Estado que permitan dar pelea y soñar con un futuro sin diferencias. Miles de personas se acercaron, algunas con carteles, otras con banderas, pero lo que no faltó fueron las cintas violetas.

Una de las consignas de esta movilización fue “dejar huella”. Es así que todas y todos los asistentes portaban una cinta violeta, que podían atar en cualquier espacio público que consideraran. Así, la búsqueda de visibilización vuelve a quedar expuesta.

Marcharon por Micaela García, violada y asesinada en abril; por Lucía, violada y empalada en octubre del año pasado; por Fátima Catán, rociada con alcohol y prendida fuego en 2010; por Higui, quien fue detenida en octubre del año pasado por matar a quien intentó violarla; por Karina, por María, por Susana, por todas aquellas mujeres que ya no pueden participar de la convocatoria; por todos los hijos e hijas de víctimas de violencia de género; por las que –en defensa propia- saben lo que es matar y por las que aún están silenciadas.



Miles de personas se movilizaron desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo por tercer año consecutivo en reclamo de más y mejores políticas para la prevención y la erradicación de todas las formas de la violencia de género. La movilización por la Avenida de Mayo fue encabezada por una bandera violeta con la consigna "Ni una menos - Vivas nos queremos – El Estado es responsable" que era portada por representantes de distintos espacios del colectivo #NiUnaMenos.

Detrás de la cabecera de la marcha aparecían banderas de reivindicaciones históricas del movimiento feminista, como la legalización del aborto y otras en referencia a luchas más recientes. Muchas banderas exigían también la liberación de la dirigente social Milagro Sala, detenida hace más de un año en Jujuy.

Según el Registro Nacional de Femicidios que lleva la Corte Suprema, en 2016 fueron asesinadas 254 mujeres y travestis, es decir un crimen cada 35 horas. Sin embargo, el “Observatorio de Femicidios en Argentina Adriana Marisel Zambrano” señaló que fueron 290 las muertes por violencia machista.

Desde Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana) apuntaron que en lo que va del año, una mujer es asesinada cada 26 horas. Y alarma porque la cifra que se manejaba era de un femicidio cada 30 horas.

MDA de la Redacción de Info Región