Piden juicio oral para los acusados por el secuestro de un fiscal


Un fiscal federal solicitó que cinco procesados sean sometidos a juicio oral. Están acusados de integrar la banda que en mayo del año pasado secuestró al fiscal general adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, y a su pareja, que fueron mantenidos cautivos hasta que sus familiares pagaron 20.000 dólares de rescate.

El requerimiento de elevación a juicio incluyó a los hermanos Maximiliano Roberto (35) y Marcelo Alejandro Romero (41) -apodado “Tinelli”-, Mariano “Benja” Moreno (26) y Juan “Lean” Alberto Espíndola (29), imputados de “asociación ilícita y secuestro extorsvio”. También alcanzó a Cristian Leonardo Toledo (42), acusado de “tenencia ilegal de arma civil”.

Según las fuentes, para el fiscal federal de Lomas de Zamora Leonel Gómez Barbella, quedó acreditado que el 4 de mayo de 2016, entre las 23 y las 23.30, su colega Scalera fue interceptado junto a su novia cuando circulaba a bordo de un Audi A1 gris plata por un Fiat Siena rojo en la calle.

Al funcionario lo golpearon en la cabeza mientras duró el rapto. Fue la madre del hombre quien pagó la suma en dólares requerida, que terminó en manos de los delincuentes.

Por un entrecruzamiento de llamados, la policía de esa localidad consiguió detener a los delincuentes a los pocos días. Siguen presos desde entonces.

"A lo largo de la instrucción quedó demostrado que los imputados tomaron parte de una asociación ilícita, cuyo objeto principal fue el de cometer delitos de secuestros extorsivos agravados, robos agravados, la adquisición de autopartes de origen espurio y el desguace de vehículos", estableció el fiscal Gómez Barbella, según informó ayer la agencia de noticias Télam.

En junio del año pasado, el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N°2 había dictado, por pedido de Barbella, el procesamiento con prisión preventiva de los sospechosos.

Durante la pesquisa llevada adelante por detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora se determinó que los sospechosos vivían en el barrio "Campo Tonqui", de Ingeniero Budge. Los investigadores corroboraron que "Maxi" Romero era el jefe de la banda.

El fiscal federal requirió también que se investigue el patrimonio de los sospechosos por "la posible comisión de lavado de activos provenientes de las actividades delictivas en las que hubieron tomado parte los imputados".