Muerte en la comisaría: familiares descartan la hipótesis del suicidio


La madrugada del domingo 18 junio, Gonzalo Fernández (22) había sido detenido por una pelea con un vecino del barrio San José, en Brown. Horas más tarde, mientras muchos festejaban el Día del Padre, en medio de un marco de misterio la policía le comunicaba a la familia del joven de 22 años y papá de dos hijas que se había ahorcado con su remera en su celda de la comisaría de San José.

Sin recibir más explicaciones, los familiares comenzaron a dudar de la versión oficial y advierten que la causa de la muerte no fue el suicidio al sostener que Gonzalo presentaba “signos evidentes de golpes en el cuerpo”.

Verónica, su mujer, dialogó con Info Región y denunció que desde entonces sufren “intimidaciones de parte del personal policial de la comisaría 3°” del distrito.

“Lo esposaron, lo tiraron al piso y se lo llevaron a patadas”, contó sobre la detención. “Ese domingo fui a preguntar por él, pero me negaron cualquier información hasta el lunes”, aseguró.



Horas más tarde, asegura que volvió a la delegación para llevarle comida pero se encontró con la peor noticia: le dijeron que su marido se había ahorcado sin más especificaciones.

“No me dejaron ver el cuerpo. Sólo nos dijeron que dejó una carta de despedida”, afirmó. En los últimos días, de hecho, se conoció el contenido de la misma.

En ella, Gonzalo le pide a Verónica que lo ayude para salir de la comisaría. “Hola, Vero: avisale a mi compañero Maxi que caí en cana por firmar tarde, ¿si? Estoy tranqui, bien. Necesito que denuncies a xxxxx (se refiere a la familia del vecino que se peleó con Gonzalo) con testigos así salgo. Si no tengo para rato. Mostrá que te pegó, todo. Estoy tranqui, bien. (…) Extraño a las nenas. Hacé la denuncia que me jode la causa anterior. Las amo", sostiene el escrito.



Después de conocer el escrito que dejó Gonzalo, familiares y amigos volvieron a descartar la hipótesis del suicidio. Versión que para ellos también es falsa a partir de las pericias forenses, que indicaron a partir de la autopsia del cuerpo que la muerte se produjo por un "paro cardiorespiratorio por asfixia mecánica, producida por el ahorcamiento con una sábana”, en disidencia con lo sostenido por las autoridades policiales, que afirmaban que se había quitado la vida con su remera.

Verónica detalla que pudieron ver el cuerpo de Gonzalo recién en la morgue, cuando ya estaba preparado para el velorio. “En el velorio le vimos los cortes en la cara y los chichones en la cabeza y la frente, como de golpes horribles, y hasta dos dientes menos. No le pudimos ver el cuello porque tenía un precinto pegado”, lamentó.

Según ella, el joven también presentaba signos de golpes en las piernas y manos. Después del entierro, y asesorados por abogados de la organización Correpi, pudieron hacerse de la causa.

Denuncian intimidaciones. Después de una marcha realizada el miércoles 12 de julio desde la plaza de San José hasta la comisaría 3° en reclamo del esclarecimiento de la causa, aseguran que “la policía ronda” la casa de los familiares de Fernández “en actitud intimidatoria”.

“Antes no venían nunca al barrio y ahora pasan todos los días a toda hora y se quedan vigilándonos desde la esquina”, aseguró Verónica. Además, detalló un diálogo con los oficiales: “El miércoles pasado vinieron hasta acá y le preguntaron a mi suegro si haríamos una marcha. Él dijo que recién dentro de diez o quince días y les preguntó si no se podían hacer marchas. Le contestaron que no y le advirtieron que tuviera cuidado”, detalló.

Tras realizar la denuncia del caso en la Fiscalía en turno de los Tribunales de Lomas de Zamora, aseguran que próximamente volverán a realizar otra marcha para reclamar justicia por Gonzalo, que tenía jóvenes 22 años y era padre de dos nenas de 2 y 6.

LGO de la Redacción de Info Región.