CGT: Piden que el diálogo con el Gobierno “no sea de bijouterie”


Tras los encuentros que tuvieron lugar la semana pasada entre el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y los dirigentes gremiales que integran la CGT, incluidos los tres secretarios generales, la paz parece haber quedado sellada entre el Gobierno y los gremios. No obstante, desde el ala más combativa, alineada a Hugo Moyano, aún acusan resistencia y desconfían de la “reforma laboral” que pretende llevar adelante el Ejecutivo.

“Vemos con preocupación que, en el nombre de beneficios, se solapen cuestiones que tienen que ver con retrocesos en derechos”, apuntó a Info Región Carla Pitiot, ligada al moyanismo, sector que estuvo ausente en ambos encuentros con el funcionario de la cartera laboral.

En sendos cónclaves, el ministro puso de manifiesto que la reforma laboral que pretende llevar adelante el Gobierno “no es un espejo” de la concretada en Brasil y especificó el paquete de iniciativas que, entre otras cosas, propone el blanqueo de trabajadores en la informalidad a costa de la condonación de multas y sanciones a los empleadores incumplidores.

“Es un costo muy alto para el Estado, es por eso que sólo servirá si aumenta la productividad. Si es sólo un perdón a los empleadores, no sirve, porque ya salieron beneficiados con otro blanqueo y ahora se suma este”, fustigó Pitiot y advirtió: “No vamos a estar nunca en desacuerdo con impulsar beneficios para los empleadores si repercuten en los trabajadores, el tema es que no beneficien a los empresarios a costa de los trabajadores”.

Es que, de acuerdo a la dirigente de la CGT (del gremio de Organismos de Control), “el condonamiento de las deudas previsionales (para los empleadores) servirá sólo si va de la mano de una reactivación económica”. “Si no hay efectos productivos y reactivación económica, no sirve. Porque hoy Argentina necesita que empiece a funcionar la economía del bolsillo, una inyección que reactive a las Pequeñas y medianas empresas y a las economías regionales”, precisó.

Además del blanqueo laboral, la mentada reforma aspira a reducir el nivel de litigiosidad que existe hoy en contra de las prestadoras médicas con la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnología de Salud. También contempla capacitación profesional y la conformación de un observatorio de normalización de las entidades gremiales, tras las intervenciones practicadas por el Gobierno y la Justicia sobre varios gremios.

Gremios como la UOM y la UDA, de hecho, valoraron que Triaca garantizó los convenios colectivos y el modelo sindical.

Vuelta al diálogo. El diálogo entre la central obrera y el Ejecutivo se rompió a principios de año, tras las denuncias del gremio sobre el incumplimiento del pacto anti despidos. En el medio pasaron la marcha del 7 de marzo, el paro general del 6 de abril, la adhesión a las multitudinarias protestas docentes del 6 y el 22 de ese mismo mes y la última movilización de agosto a Plaza de Mayo.

En diálogo con este medio, Pitiot consideró “saludable” que se retomen las discusiones con el Ejecutivo, pero abogó por la conformación de un “gran consejo económico social”. “En vez de estar en el ‘chiquitaje’ de arreglar con uno en forma parcial y avanzar en acuerdos por sector, nos está faltando que el Gobierno siente a todos los sectores en un gran consejo económico social con presencia de sindicatos y empresarios para hablar del presupuesto y de las reformas”, opinó.

En ese marco, anheló que “el triunvirato esté a la altura de las circunstancias y no retroceda ni un centímetro en todos los derechos adquiridos por los trabajadores”.

“Cualquier intento por avanzar contra derechos adquiridos, como flexibilización por ejemplo, no será aceptado”, advirtió y sentenció: “El dialogo de la CGT y el Gobierno me parece perfecto y lo celebro porque la posición obtusa de los sindicatos no sirve, pero hagamos un diálogo en serio, no de bijouterie”.

Cintia Vespasiani