Festejos, pirotecnia y un drama recurrente para las personas con autismo


Proteccionistas protagonizan desde hace años campañas de concientización para que no se utilicen fuegos artificiales durante las Fiestas, por los efectivos sobre las mascotas, pero no son las únicas organizaciones que persiguen este fin. Familiares de personas con autismo convocan a no usar este tipo de artefactos para que ellos puedan tener también unas felices Fiestas.



Desde TEA-TGD de Esteban Echeverría explicaron a Info Región cómo es modificar la rutina para afrontar las celebraciones de fin de año.

Vivana Casco aclaró que hay que “anticiparle” a la persona con autismo lo que va a suceder porque de no hacerlo, el estrés es mayor. “El nivel de estrés que padecen es muy diferente al nuestro, al igual que la sensibilidad”, recordó la mujer, y señaló que “para ellos es una situación angustiante y no la pasan bien”.

Son muchos los que deben alejarse de las ciudades para que los niños o adultos con autismo puedan participar de la celebración sin que sea una situación traumática. Otros, que no pueden viajar, recurren a espacios propios y acondicionados especialmente para mitigar el impacto de los estruendos. “No hay que forzar a las criaturas”, aclaró Casco, quien también consideró “primordial charlar estas situaciones previamente para que todos los integrantes de la familia puedan colaborar”.

Es que la pirotecnia es el corolario de una situación diferente y de por sí estresante para ellos. La música fuerte y la gran cantidad de gente reunida no es una postal cotidiana. “No está acostumbrada a situaciones improvisadas y deben ser advertidos”, insistió. La peor situación es la que viven las personas con autismo, pero las familias también sufren.

LGO de la Redacción de Info Región