Con un dibujo, una nena denunció que fue abusada


“Lo que pasó: el tío se bajó los pantalones y me violó. No se lo quiero decir a mamá porque me va a pegar muy feo y me va a poner en penitencia”, puede leerse en la esquina superior de la hoja. En el dibujo de trazo infantil puede verse una cama y dos figuras: un hombre con el ceño fruncido y una sonrisa, y una nena con el rostro surcado de lágrimas.

Lo que comenzó como un trabajo en clase sobre violencia de género terminó con una denuncia penal. A partir de este trabajo, realizado por la nena de 9 años, Lucía Correa denunció a su propio hermano. Lo acusa de haber abusado de su hija mayor.

Según el relato que hizo la nena, el abuso habría ocurrido en 2015, cuando tenía 7 años y vivía en la misma casa de José Mármol con su mamá, su hermana de 3 y su tío, quien solía cuidarlas cuando trabajaba. “Él le dijo que vaya a la cama, y ella se puso a llorar y le dijo que no. Se quedó parada, él se bajó sus pantalones y los de la nena, la apoyó y le mojó y tocó la cola. Y también dice que le puso el pene en la boca, le hizo hacerle sexo oral”, denunció la mujer.

Tanto ella como la nena comenzaron con una terapia para afrontar la situación. “Cuando era chica fui abusada por un padrastro. Siempre fui muy desconfiada, le miraba la bombacha a ver si tenía algo. Nunca confié en nadie, pero jamás vi nada raro. Fue bastante vivo, no dejó rastros, porque yo siempre le revisaba todo”, contó Lucía, en referencia a que quedó demostrado -por el reconocimiento médico- que no hubo penetración.

El caso fue tomado por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 9 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, que se encarga de los casos de violencia de género. El acusado todavía no fue imputado y tampoco se realizaron las pericias psicológicas -tienen fecha para mayo-. En este momento, la mamá está enfocada en conseguir que la nena declare en Cámara Gesell, para que avance la investigación.

Temor. Lucía se mudó, junto con sus tres hijas, hace dos años, cuando se casó. Luego de eso, Correa, su hermano, dejó de visitarlas por un tiempo y luego lo hacía una vez por semana. En esas visitas, según cuenta la mamá, la nena se escondía en su habitación porque “le tiene pánico”.

Lucía pidió, además de realizar la denuncia por abuso sexual, una restricción perimetral para que él y otro hermano no se acerquen. “Mi familia está en contra mío, no nos cree. Mi hermano menor dijo que si él quedaba preso, me iban a hacer boleta a mí y a la nena”, contó la mujer.

Lucía es una de las familiares de víctimas que el 26 de enero se manifestó en las puertas de los Tribunales lomenses para exigir avances en sus causas. Entre ellos, están las familias de Yésica Noguera y Silvia y Yamila Rosso.

Martina Jaureguy