La caída 3-0 de Temperley frente a Godoy Cruz le puso el sello del descenso a una temporada que estuvo lejos de ser la esperada por el plantel Celeste. Es que, luego de un segundo semestre de 2017 irregular, comenzaron este año con malos resultados, a tal punto que todavía no ganaron (cinco empates y seis derrotas).
En un análisis del presente que vive el plantel, Josué Ayala manifestó: “El plantel está muy dolorido como consecuencia de no haber conseguido el objetivo. Cuesta pasar estos momentos, es duro porque vivimos una situación que se podía dar a falta de pocas fechas por las posibilidades que teníamos, y eso nos venía haciendo daño en los partidos recientes”.
“Hacemos una fuerte autocrítica porque jugamos un campeonato en el que en ningún momento conseguimos salir de la zona de descenso. Desde un análisis general realizamos un mal torneo, nos quedamos tristes por no haber podido cambiar esa situación a lo largo de la temporada”, señaló el arquero, en diálogo con Info Región.
El recorrido
Los dirigidos por Gastón Esmerado no encontraron la forma de encadenar una racha de buenos resultados como para ilusionarse con la permanencia. Es que, a pesar de haber tenido partidos positivos en los que mereció más, los resultados siempre lo mantuvieron lejos de salir de la zona roja.
Sin embargo, Ayala valoró la entrega del equipo: “De mi parte y por lo que viví en el vestuario, dejamos todo en la cancha. Si no se consiguieron los triunfos fue por circunstancias propias del juego o por errores, pero no por falta de actitud ni de compromiso”.
“Cuando venís en una racha perdedora cuesta el doble salir, y a nosotros nos fue muy difícil ganar un partido. Por algo se dio, pero no lo relaciono solo con el hecho de pelear el descenso, sino que los resultados no se daban, ni haciendo bien las cosas en el campo”, agregó el ex Independiente Rivadavia.
En esa línea, el portero describió la curva descendente que vivieron: “No lo atribuyo a lo psicológico, porque cuando un equipo no consigue victorias se ingresa en una dinámica difícil de salir y pasó lo que le hubiera sucedido a cualquiera, más allá de pelear o no por el descenso”.
La despedida
El desafío que se presentaba para mantener a Temperley con vida en la Superliga era ante un rival de peligro, como lo es el escolta de Boca, Godoy Cruz. A pesar de la fortaleza de su rival, el Celeste supo mantener un desarrollo equilibrado, aunque luego del primer gol el cruce se quebró a favor del dueño de casa.
“Si bien arrancamos de buena manera no logramos sostenerlo a lo largo de los 90 minutos y el rival lo aprovechó a la perfección con la jerarquía de sus jugadores”, finalizó Ayala, en charla con este medio.
GR de la redacción de Info Región.
“El plantel está muy dolorido”, señaló Ayala
