Tiene media sanción la reforma de ley para tratar, prevenir y sancionar casos de bulliyng en el entorno escolar. Es un avance, pero desde las instituciones educativas aclararon que la problemática necesita tratamientos desde los distintos ámbitos sociales del niño. Hay otras instituciones que tienen que colaborar, coincidieron desde el área de Educación.
La directora de la escuela 24 de Almirante Brown, Analia Iturrino, indicó que para ella “todo lo que sirva para concientizar, trabajar y hacer visible este problema sirve mucho”. No obstante, remarcó la necesidad de que estos temas sean abarcados desde distintos enfoques y que “medidas integrales” ya que -según ella- si se le confiere toda la responsabilidad a las escuelas, el tema no se resuelve "ni bajando una ley", ya que hay muchos focos de violencia que repercuten en los chicos.
“Siempre digo, la escuela sola no hace nada, si la familia particular no nos acompaña compartiendo los mismos valores, resolvieron los problemas a través del diálogo o no discriminando, no hacemos nada”, opinó Uturruno e indicó en el mismo marco que “hay otras instituciones que también tiene que colaborar”
Desde la institución y su dirección de psicología se trabaja arduo con esta problemática en particular y cualquier tipo de violencia que los niños viven y trasladen a sus ámbitos sociales. Los ejes trabajados giran en torno a la discriminación, la utilización del diálogo para resolver conflictos, normas de convivencia, entre otras, enumeraron desde esta escuela.
Desde la Escuela Media 22 de de Villa Forito de Lomas de Zamora, hicieron eco de la observación de la institución browniana y señalaron es necesario que otros actores intervengan cuando hay casos de violencia entre los chicos. “También es fundamental la capacitación de las escuelas”, agregaron desde la dirección.
Por otro lado, la Escuela Media 6 de Temperley expresaron que claramente no es un problema que se puede resolver sólo con la intervención del Estado. Según su vicedirectora, María de los Ángeles Sanpieri, se necesitan además “leyes claras que se puedan llevar a cabo y que se puedan llegar a trabajar a nivel social”.
Para el equipo de la institución escolar, esta medida tiene que bajarse a todas las escuelas porque no se trata de casos aislados ni ocurren en escenarios bien delimitados. “No se da solamente dentro del factor escolar, sino en el barrial, en el club, en la sociedad toda”, resaltaron a este medio.
Para las instituciones educativas el problema de la violencia entre los chicos tiene que ser un trabajo conjunto entre las escuelas y sociedad, que les permitan llevar a cabo acciones que puedan protegerlos, que “es lo más importante”, expresó la directora de la escuela de Temperley.
La reforma de la Ley contra el Bullying incluye medidas que buscan “no estigmatizar al estudiante”, enumera pautas para las eventuales sanciones a los alumnos y fija la responsabilidad del Ministerio de Educación en torno del tema.
El artículo 6 precisa cómo proceder en esos casos. Por ejemplo, indica que las sanciones deben “tener un carácter educativo, enmarcándose en un proceso que posibilite al educando hacerse responsable progresivamente de sus actos” y “garantizando el derecho del estudiante a ser escuchado y a formular su descargo”.
Por otro lado, el artículo 9 establece que debe realizar “investigaciones cualitativas y cuantitativas sobre las múltiples facetas que adquiere la problemática de la conflictividad en las instituciones educativas a fin de generar y difundir información oficial y pública sobre las dimensiones y caracterizaciones de los fenómenos, con especial énfasis en los aspectos pedagógicos”.
También contiene un apartado especial para “identificar y desplegar iniciativas de diagnóstico de las formas que adquiere la violencia en las instituciones educativas, ante los nuevos modos de interacción en entornos virtuales”.