Familiares y amigos de las jóvenes abusadas marcharon en Banfield


Un grupo de familiares, amigos y compañeros de dos jóvenes abusadas en una fiesta privada en Banfield hace dos semanas por parte de un grupo de alumnos del colegio Balmoral, se movilizaron ayer por las calles del barrio hasta la institución bajo la consigna “encubrir es volver a abusar”, e instaron a que todas las personas que saben algo o vivieron una situación parecida se animen a denunciar.



“Nuestra intención es que mediante esta manifestación la gente se anime a denunciar estos casos, porque este grupo ha abusado de otras chicas y por miedo o vergüenza, la gente no denuncia. Si tenemos miedo y lo ocultamos, estos grupos van a seguir creciendo y a realizar cosas peores”, explicó Daniel Cruz, papá de una de las jóvenes en contacto con Info Región.

En este sentido explicó que hasta el momento “varios testigos pudieron declarar” y enfatizó sobre que “estas cosas no tienen que volver a pasar jamás”. “El grupo que abusó de mi hija se mueve de una forma organizada y lleva adelante este tipo de actos donde abusan de diferentes chicas en distintos lugares. Casi todos están identificados y son, en su mayoría, alumnos del colegio”, añadió.

El punto de encuentro de la movilización fue la esquina de French y la avenida Hipólito Yrigoyen. Allí un grupo de familiares, amigos y compañeros de las chicas que fueron abusadas en la fiesta privada en Banfield el domingo 13 de octubre caminó hasta Araoz y Alvear y se detuvo en la puerta de la casa donde se realizó la fiesta, para luego terminar en las puertas de la institución.

Por su parte, Catalina Ríos, mamá de una de las adolescentes, recalcó la importancia que tiene "concientizar" al resto de las personas sobre que lo que sucedió, para que "estas cosas no vuelvan a repetirse". “Hacer público el caso quizás haga que aquellas personas que saben algo de lo ocurrido o que vivieron una situación particular tomen coraje y se animen a denunciar este tipo de atrocidades”, subrayó.

Una vez que la caravana se asentó en la puerta del colegio, el papá de una de las jóvenes leyó unas palabras que preparó para la ocasión, mientras los alumnos del colegio y amigos de las jóvenes pegaban carteles en la puerta de la institución, materializando una serie de pedidos, reclamos, sugerencias y anhelos.

“En esta institución egresaron amigos que admiro, pero no estoy aquí para hablar de un premio de ciencias o un triunfo deportivo, sino por lo que hizo un grupo de alumnos que está por egresar. Alumnos que abusaron de dos chicas de forma planificada. Vinimos hasta acá para que ésto se detenga, y para que se castiguen este tipo de conductas del medioevo”, expresó el padre.

Asimismo, recalcó: “Sabemos la vieja historia de hijos ricos y morales pobres, sabemos que tienen abogados caros, pero en nuestro caso tenemos estos rostros jóvenes y solidarios que se suman a esta causa. Algo cambio esta vez, los abusados no yacen bajo el silencio esperando que los descubran, esta vez, somos nosotros quienes gritan las palabras ausentes”.

Las autoridades del colegio, al percibir la movilización, pidieron hablar con los padres puertas adentro, una invitación que fue aceptada. Luego de la reunión, Cruz contó, megáfono por medio, que desde el Balmoral le manifestaron “su apoyo” y sus “disculpas”. “Se comprometieron a ayudar, porque ellos tienen hijos y no quieren que estas cosas pasen en esta institución, ni en ninguna otra. Su intención es colaborar con la justicia e informar a todos los alumnos lo que sucedió y velar para que esto no vuelva a ocurrir”, concluyó.

“No mas abusos, no mas violaciones, mi cuerpo es mió, yo tomo las decisiones”, decían los cánticos que acompañaron la caravana hasta que bajó el sol, pasadas las 19.30, cuando concluyeron donde comenzaron, a dos cuadras de la estación de Banfield.

Lo sucedido se remonta al domingo 13 de octubre, dónde dos adolescentes de 14 y 15 años denunciaron haber sido abusadas por un grupo de seis menores de entre 16 y 17 años en el marco de una fiesta privada en una casa de Banfield. Según informan, los jóvenes involucrados cursan el sexto año del colegio Balmoral y forman parte de un grupo de fútbol que se hace llamar "La Gloriosa". Tras el hecho, las denuncias quedaron radicadas en la UFI 2 de Lomas de Zamora.