En respuesta al pedido enviado por el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora, la Justicia autorizó el uso de parte de las instalaciones del centro de detención clandestino y exterminio conocido como el Pozo de Banfield.
Según explicó Federico Otermin, secretario de Cultura y Comunicación del municipio, de la cual depende el área de derechos humanos, se seguirá el modelo planteado por la ex Escuela de Mecánica de la Armada (EsMA). “La idea es reproducir en nuestro distrito lo que se dio en la ex ESMA, un espacio del horror que fue recuperado para un espacio de la memoria; y hacerlo lo más abierto y participativo posible, reconociendo a las organizaciones de derechos humanos que han militado en Lomas desde hace muchos años para que puedan participar de la creación y la gestión del centro”, aclaró.
El 16 de septiembre de 2010, el Pozo de Banfield fue declarado Centro para la Memoria, la Verdad y la Justicia, en el marco de un acto que contó con la presencia de la entonces secretaria de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Sara Derotier de Cobacho, quien murió dos años después. Esta señalización, a partir de pilotes emplazados en el frente del edificio de Vernet y Siciliano, se registraba cuatro años después del inicio del trámite del Ministerio de Seguridad para que pasara a la órbita de Derechos Humanos.
Sin embargo, el secretario de Cultura y Comunicación de Lomas adelantó que ya han comenzado las tratativas entre los gobiernos nacional, provincial y municipal para hacer de este un espacio “tripartito, con participación conjunta y articulada para que se pueda reabrir una parte del Pozo”. “Me parece muy importante que un espacio que estaba abandonado, cerrado, pueda estar bien señalizado, abierto, que pueda haber visitas guiadas de chicos de escuelas de Lomas de Zamora para que puedan tener bien presente la historia de lo que sucedió y que no se pierda el espacio cerrado teniendo en cuenta el horror que hubo ahí, sino recordar lo que pasó”, valoró.
En ese marco, destacó: “Estamos pensando articular con el ministerio de educación que se pueda incluir dentro de la currícula de las escuelas de Lomas de Zamora la historia del Pozo y su implicación”
En cuanto al proyecto, Otermín comentó que recién se están realizando las reuniones para decidirlo. Sin embargo, adelantó que se trabaja en un proyecto por etapas, ya que si bien el Pozo es grande, en principio sólo se autorizó el uso de una parte del edificio. Es que la Justicia habilitó los sectores de la edificación que ya no son objeto de investigación.
El Pozo fue uno de los centros de detenciones más importantes de la provincia de Buenos Aires, pertenecía a la Brigada de Investigaciones de Banfield y dependió del Regimiento de Infantería Mecanizada N°3, enmarcado en el denominado Circuito Camps. El predio también era conocido como “La Maternidad de la dictadura” porque un gran número de mujeres embarazadas detenidas fueron trasladadas y dieron a luz en ese lugar.
El lugar estaba regenteado por el médico policial Jorge Antonio Bergés, quien, en su condición de médico policial dependiente de la Dirección General de Investigaciones, se encargaba de verificar el estado de las embarazadas, así como brindar asistencia a los detenidos que eran gravemente golpeados durante las sesiones de tortura. Cuando llegaba el momento del parto, las mujeres daban a luz en una camilla ubicada en una sala del primer piso del edificio que funcionaba como enfermería, esposadas a la camilla. Una vez nacido el bebé, era arrancado de los brazos de la mamá, que era regresada a su celda.