Hoy continuará la reunión entre Kicillof y Daniel Pollack


"Como es una reunión que todavía está en marcha, no puedo decir más sobre los resultados", agregó el titular del Palacio de Hacienda que ayer viajó sorpresivamente desde Caracas a Nueva York para encabezar a la delegación argentina en las negociaciones con el mediador designado por el juez Griesa y los representantes de los holdouts.

El titular del Palacio de Hacienda arribó ayer alrededor de las 18.35 (19.35 en Argentina) para retomar la reunión que había pasado a un cuarto intermedio alrededor de las 15 (16 en Argentina).

Se sumó a la delegación que integran la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona; el secretario de Finanzas, Pablo López, y el secretario de Legal y Administrativo del Ministerio de Economía, Federico Thea.

También participaron de la reunión los abogados del estudio Cleary Gottlieb, que representan al país.

La importancia de la reunión -la quinta que Argentina celebró con el mediador designado por Griesa- radica en que hoy vence el plazo para que se efectivice el pago del depósito que el gobierno realizó para los bonistas con títulos reestructurados, que se encuentran bloqueados por decisión del juez Griesa.

La primera reunión. Comenzó a las 12.20 (13.20 en Argentina) y se extendió por aproximadamente tres horas hasta que se pasó a un cuarto intermedio.

No se brindaron precisiones sobre los motivos que determinaron el cuarto intermedio, ni detalles de las conversaciones en curso.

Reclamo de bonistas. Un grupo de tenedores de bonos reestrucuturados emitidos en euros pidieron ayer al juez Thomas Griesa, que instale un "stay temporario" hasta el 1 de enero de 2015, o al menos por 90 días, para permitir a la Argentina una solución en el tema de los fondos buitre.

"Esta Corte puede facilitar una solución y evitar un default potencial, mediante la emisión de un stay temporario", señaló el grupo de bonistas Euro Bondholders en el documento entregado a Griesa.

Aseguraron al magistrado que ordenar una medida cautelar, “no perjudicará a los demandantes, o a cualquier otra persona, porque mantendrá el status quo, mientras que las partes tratan con la cláusula RUFO, incrementando las posibilidades de una resolución negociada en el futuro cercano”.

Por el contrario, consideraron que “negarse a dictar un stay podría llevar a un default soberano, causando un daño grave e impredecible a millones de ciudadanos inocentes de Argentina, los demandantes, los Exchange Bondholders (que ya aceptaron reducciones significantes en el valor de los bonos) y a la economía global”.