El Galpón de Diablomundo, un espacio con historia


Está ubicado sobre la avenida Almirante Brown al 3500, en pleno corazón de Temperley, y forma parte del circuito entrañable de teatros independientes que enorgullece a esta localidad y a la región. Nació en los años 80 a partir de la curiosidad de un grupo de artistas legendarios en la región, cuyo maestro fue el gran Roberto Uriona.

El proyecto se trasladó a la plaza Espora, frente a la estación, a mediados de la década del 90, para acercar el arte y la cultura al barrio. Hoy, esta linda locura se repite todos los segundos domingos del mes, pero en la Plaza Colón, también en Temperley.

Las nuevas generaciones que recogieron la bandera siguen adelante con aquel sueño que se llamó “El Galpón de Diablomundo”. Leyla Cancelposky, que ahora se ha puesto al frente del proyecto, cuenta el origen de la idea, la mística que se esconde detrás de sus puertas, recuerda a Uriona y adelanta los proyectos para el 2011.

-¿Cómo se formó el teatro?

-En 1985, esa fue la época de formación del grupo que venía trabajando con el Núcleo de Artistas del Sur (NAS), un conjunto que luego se dividió para seguir con proyectos propios. El núcleo fundador estaba compuesto por Carlos y Roberto Uriona, Miriam González, que continúa con nosotros, Perla Logarzo y Ariel Calvis. Ellos antes tenían otro galpón, pero la ubicación actual tiene más de veinte años. El nombre se lo debemos a un poema de José de Espronceda, que plantea que si el mundo de Dios es el que tiene estas cosas, lo corrupto, la maldad, el Diablomundo era el mundo bueno, el otro.

-¿Cuál fue tu formación?

-Empecé del principio por la cerámica, hice el secundario artístico en el Nacional de Cerámica, en el barrio de Almagro. Hace nueve años que vivo en Banfield. Hice murga muchos años, swing, maquillaje, realización de títeres, máscaras, actuación, algo de música, y ahora danza.

-¿Cuándo te incorporaste al proyecto?

-En 1996, cuando comienzan las actividades en la plaza Tomás Espora, de Temperley. En esa época bailaba murga, entonces me sumé, y me empecé a quedar. El grupo estable estaba constituido por diez personas. Después me fui un año de viaje, y volví cuando ellos ya estaban dando talleres. Así salieron varias producciones, como “Lágrimas de luz”, “Margaritas” y “Brisas en el agua”, entre muchísimas más. Éramos once payasos en escena. Luego hicimos junto a Mariela Rocco “Misteriosos ecos del ser”, una obra que es de nuestra autoría.

-¿De qué habla “Misteriosos...”?

-Es una investigación que tiene que ver con muchas cosas que vivimos a través de los años. Es un espectáculo muy auténtico, habla de las mujeres, de la vida y la muerte. No trabaja con un guión fijo, tiene que ver con un sueño, con un ritual. Siempre varía en algo, pero por más que se tenga guión fijo siempre algo diferente pasa, no tiene un relato lineal, sabemos dónde empieza. Creo que las percepciones de los espectadores nos exceden.

-¿Qué actividades ofrecen?

-El grupo ahora se llama Jícara y el espacio teatral se sigue llamando El Galpón de Diablomundo. Hay un grupo hermoso, hay diez talleres. En este momento nos estamos haciendo cargo del proyecto Mariela y yo.

-Con el recuerdo para Roberto Uriona, uno de los impulsoresÂ…

-Sí, lo recordamos con mucho amor. Por un lado fue un amigo durante 16 años, una persona maravillosa, muy dispuesta siempre. Un artista increíble, un actor ante el cual me saco el sombrero.

-¿Cómo ves la movida cultural de zona sur?

-Muchas veces los teatristas no nos hacemos el tiempo para conocernos entre todos. Estoy dando clases de teatro para niños en El Refugio y para Adultos en El Galpón. Muchos chicos del Banfield Teatro Ensamble vienen a nuestro espacio, y con las Nobles Bestias tenemos contacto. Me asombró muchísimo la cantidad de artistas en zona sur. Creo que existe un prejuicio en torno a la necesidad de ir a ver espectáculos a la Capital, y tiene que ver con la televisión y la difusión.

-¿Cuáles son las expectativas para este año?

-Además de seguir adelante con las giras, queremos mantener las actividades en la plaza el segundo domingo de cada mes, ponerle fuerza a los talleres, que la gente se entere de que están pasando cosas, de que hay propuestas, de seguir creciendo, consolidando el grupo que se está armando. “Sonatina de Payasos” es un espectáculo infantil de dos payasos, muy lindo. Junio o julio se va a hacer un ciclo de teatro para niños, un ciclo de espectáculos. Este año se está dando con mucha actividad por esta zona.



Beto Solas