Pagar las tarifas, los alquileres de los espacios y ofrecer un servicio de calidad a los vecinos. Esta conjunción es la que deben enfrentar los centros culturales y teatros de la Región, una apuesta cada vez más difícil frente a la crisis. “Es una época muy dura”, coinciden.
Desde Nobles Bestias, un histórico centro cultural de Temperley, expresaron a Info Región sus sensaciones generales para concluir un año que calificaron como “muy duro”, debido a la crisis económica. “Es una época muy dura para los espacios culturales y para la sociedad en general y se notó mucho este año en particular en el público, que ya no puede asistir tanto en los espectáculos”, consideró Julia Celeiro, referente del espacio cultural ubicado en 14 de julio 142.
Celeiro admitió que no es el primer año en que atraviesan esta situación, sin embargo, pero admitió que “se ha profundizado la crisis”, mientras continúan a la espera de recibir el subsidio anual de parte del Instituto Nacional de Teatros para poder sobrellevar la difícil situación.
Por un lado está la merma de la cantidad de gente que asiste a los espectáculos que ofrecen los espacios culturales pero no es la única causa que les genera un déficit. Los tarifazos en los servicios que fueron aplicándose durante los últimos años ha sido otro factor importante que recrudeció duramente la crisis que afecta al sector. “Seguimos teniendo el apoyo de la gente y tratamos de que no dejen de asistir por el tema económico, pero es muy difícil”, lamentó.
La referente de Espacio Disparate, Mariana Losada, remarcó que la situación “se hace cuesta arriba cada vez más difícil de transitar para los espacios independientes” porque es muy difícil mantener “los gastos de los alquileres y los impuestos por los servicios”.
De todas maneras, destacó la ayuda de la comunidad que se acerca a brindar su apoyo. “La familia que se siente dentro de nuestro proyecto nos hacen un aguante tan grande que a pesar de que el año fue muy cuesta arriba por la situación económica, fue igual productivo para nosotros”, aseguró.
El sábado 15, el grupo cerró las actividades anuales con un evento en la calle que fue “multitudinario”, contó. “Vino más gente que otros años, porque se comprometen con nuestro proyecto, que es seguir a pesar de las dificultades”, expresó Losada.
El grupo hará una pausa durante los primera quincena de enero por la temporada de verano.
“Este año nos cortaron los fondos de Nación y las obras quedaron a mitad de camino. Eso nos complicó bastante y fue el principal problema económico que tuvimos para poder afrontar las reformas que estamos haciendo”, expresaron desde el Teatro Cosmopolita de Llavallol, que llevaba a cabo un plan de reformas y obras en el edificio.
Debido a que estaban en construcción, el aumento de la tarifa no recaía directamente porque tenían consumo eléctrico “de obra”, aunque el próximo año, la situación sería distinta. “Seguro que el año que viene las tarifas nos van a arruinar”, auguró el presidente de CAEPP, Carlos Conti.
“Ninguna situación económica nos va quitar nuestros sueños, ganas e ideas tenemos. Vamos a seguir adelante para continuar con las obras y para marzo tener pintada la facha y todo el salón adentro”, contó y completó: “el balance es positivo porque seguimos avanzando, pero la situación económica no ayuda”.
El teatro CETA anunció a fines de noviembre que a fin de año cierra sus puertas como consecuencia de lo difícil que se hace para algunos sostener un espacio cultural independiente antes los incrementos de agua, luz y gas.
“Sería una obviedad hablar de la crisis que atraviesa nuestro país y lo difícil que se hace pagar un alquiler, la luz, el gas, el agua, la comida. Todo eso que ya saben porque nos pasa a todos. Es hoy nuestra realidad cotidiana. Proyectar y sostener una sala de teatro independiente no es una tarea sencilla, nunca lo fue, pero en medio de esta coyuntura se ha vuelto imposible”, expresaron en un comunicado de prensa.