Miguel “Poti” Lomeña y Gastón “Narigón” Olivera, quienes habían sido encontrados culpables en un juicio por jurados fueron condenados a prisión perpetua y cuatro años de cárcel, respectivamente, por el crimen de Darío Ávalos y el ataque contra Marcelo Fernández.
Así lo dictó el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de Lomas de Zamora, presidido por Roberto Lugones, quien además ordenó la continuidad de la investigación para dar con el paradero de Walter Leguizamón (uno de los prófugos).
Previo a conocer la sentencia, la defensa de Lomeña había solicitado la aplicación de “una pena temporal” al pedir que se tomen como atenuantes “la carencia de antecedentes condenatorios”, “el buen concepto vecinal que se acreditó durante los debates” y “el lugar que ocupaba en la estructura sindical”. Sin embargo, la solicitud fue desestimada.
“He considerado para los dos como agravante el conocimiento personal entre víctimas y victimarios, la preparación del plan, la cantidad de disparos, al igual que los medios empleados que se utilizaron durante el mismo”, manifestó el magistrado ante el público presente en una de las salas de los Tribunales de Lomas.
“Por todo ello y atento al veredicto de culpabilidad para Miguel Ángel Lomeña dispongo la pena de prisión perpetua. Respecto del veredicto de culpabilidad del imputado Gastón Olivera la pena de cuatro años de prisión”, expresó respecto de la sentencia de ambos.
También pidió que se investigue “la posible comisión de delitos de funcionarios intervinientes en el proceso” y que “se intensifique la búsqueda del imputado Walter Leguizamón, quien a la fecha se encuentra prófugo”.
OTROS JUICIOS
En julio de 2016, Alejandro Jara y Alberto Albornoz, integrantes de la Uocra seccional Lomas de Zamora, fueron condenados a prisión perpetua por el crimen de Ávalos, la tentativa de homicidio de otro albañil y las heridas recibidas por otros dos. En tanto, Javier y Héctor Cabrera, Oscar Chuquimia y Carlos Cáceres, también integrantes del gremio, fueron condenados a 4 años y 6 meses de prisión por homicidio en agresión.
El 19 de junio del año pasado, fueron condenados a perpetua –en un segundo juicio- Héctor Cabrera, Jonathan Vega y Sergio Fernández (quien había sido beneficiado con la prisión domiciliaria por una enfermedad pero fue detenido nuevamente el mes pasado), el primero como actor intelectual del crimen y los otros dos como actores materiales del asesinato.