La crisis económica influyó también en la situación de las organizaciones no gubernamentales y hogares, que se ocupan de asistir a los más vulnerables. “Complicado” es el término que se repite, una vez más, ante la consulta de Info Región. ¿Cuál fue el balance del 2018 y las expectativas para este año?
En Casa MANU (Mucho Amor Nos Une) advirtieron que las donaciones se redujeron sensiblemente. Silvia Casa, fundadora y presidenta del hogar en el que residen niños con VIH/Sida, comentó que “fue un año muy complicado por la crisis” y Casa MANU vivió lo mismo que “cualquier hogar del país”.
“Esta crisis económica nos afectó notablemente porque las donaciones merman y hay que salir a buscar otras opciones para tener recursos”, sostuvo la mujer, quien precisó que un claro ejemplo fue el delay en la construcción del centro de estimulación. Va tomando forma, pero “más despacio”, por el aumento en los valores de los insumos de la construcción. “Iremos más despacio. Cumpliremos nuestro sueño de a poco, pero lo importante será cumplirlo y seguir apostando a trabajar por la niñez vulnerable”, aseguró Casas, planteando las expectativas para este año.
Por su parte, en Fundación Sí reconocieron también una baja en las donaciones a causa de la crisis y advirtieron el aumento del pedido de colaboración de parte comedores y merenderos.
“Fue un año complicado, con mucha gente que por ahí no está en situación de calle pero no llega fin de mes y se acerca a nosotros para tomar o comer algo o simplemente charlas porque está mal”, contó Maximiliano, integrante de la organización local, que una vez por semana sale a recorrer las calles para asistir a las personas en situación de calle.
Pese al malestar económico, destacó la ayuda que brindan los voluntarios. “Fue un año positivo en cuanto a la cantidad de actividades y los voluntarios que se suman. Por suerte, la sociedad está muy solidaria y esperamos seguir así este año”, valoró.
Desde el Hogar de niños Leopoldo Pereyra de Banfield coincidieron en que “gracias al apoyo de la gente” pudieron atravesar el año. “Ha sido un año muy difícil pero pudimos contar con el apoyo de mucha gente que nos ayudó y eso nos hizo seguir adelante”, aseguró Gimena López, voluntaria del hogar en el que residen niños y niñas judicializados.
Y la expectativa es idéntica a la de Maximiliano y Silvia. “Este año esperamos seguir trabajando para que los nenes tengan una mejor calidad de vida de cómo llegan acá y solucionar sus inconvenientes”, planteó la referente del hogar de Banfield.