La agrupación TGD Autismo TEA Banfield comienza con una campaña de concientización distinta. En esta oportunidad, pintarán murales en “paredes donadas”. Convocan a la comunidad a colaborar con materiales para poder poner manos a la obra.
Según contaron a Info Región, el grupo de padres y familiares de personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) ya cuenta con “tres paredes donadas” por los vecinos y la idea es empezar las obras antes del 2 de abril, Día del Autismo.
El proyecto se suma a las diferentes actividades de difusión que lleva a cabo el grupo con el fin de que la comunidad conozca más sobre el trastorno y para visibilizar el pedido para que se reglamente la Ley de Autismo, fundamental para mejorar la calidad de vida de los jóvenes autistas.
Convocan a la comunidad a acercar pintura, pinceles y rodillos. Pueden contactarse a través de su página de Facebook para acordar la forma de acercar los materiales. “Los espacios están y esperamos seguir sumando. La idea de este año es hacer murales con dibujos representativos y dejar una frase contundente para seguir nuestras campañas de concientización”, expresó Pabla Díaz, una de las coordinadoras de la agrupación.
El proyecto surgió a fines de 2018, pero se pondrá en marcha por estos días. “La idea es que más gente se sume y done su pared para concientizar sobre el autismo, una actividad que seguiremos llevando a cabo este año con diferentes propuestas”, explicó Díaz, quien aclaró que la idea es que los murales ya estén en marcha antes del Día del Autismo, que se conmemora cada 2 de abril.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 160 niños tiene un trastorno del espectro autista (TEA). Los TEA comienzan en la infancia y tienden a persistir hasta la adolescencia y la edad adulta. Aunque algunas personas con TEA pueden vivir de manera independiente, hay otras con discapacidades graves que necesitan constante atención y apoyo durante toda su vida.
Advierte que “las intervenciones psicosociales basadas en evidencias, como la terapia conductual y los programas de capacitación para los padres, pueden reducir las dificultades de comunicación y comportamiento social, y tener un impacto positivo en el bienestar y la calidad de vida de las personas con TEA y de sus cuidadores”. Las intervenciones dirigidas a las personas con TEA deben acompañarse de medidas más generales que hagan que los entornos físicos, sociales y actitudinales sean más accesibles, inclusivos y compasivos.
Los TEA son un grupo de afecciones caracterizadas por algún grado de alteración del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje, y por un repertorio de intereses y actividades restringido, estereotipado y repetitivo. Aparecen en la infancia y tienden a persistir hasta la adolescencia y la edad adulta. En la mayoría de los casos se manifiestan en los primeros 5 años de vida. Los afectados por TEA presentan a menudo afecciones comórbidas, como epilepsia, depresión, ansiedad y trastorno de déficit de atención e hiperactividad.