Persianas cerradas y locales en alquiler dentro de galerías de los principales centros comerciales de la Región describen un panorama que es producto de la crisis que afecta al sector. Los comerciantes explican que es resultado de la baja del consumo y las subas en los alquileres, servicios e impuestos.
Ante la consulta de Info Región, desde las cámaras de comercio de Almirante Brown, Avellaneda y Lomas de Zamora admitieron la crisis pero aclararon que la situación con resulta tan alarmante “como en el 2001”.
“Salvo en el centro de Adrogué, que no es centro comercial grande como Lomas de Zamora, por ejemplo, en el resto del partido se empiezan a ver locales cerrados como no se veía hace mucho. No es a gran escala como en el 2001, pero ya hay comercios que no se pueden mantener”, explicó el presidente de la Cámara de Comercio de Almirante Brown, Martín Cao.
En Lomas de Zamora, el titular de la Cámara local, Alberto Kahale, planteó que la situación “se hace insostenible”. “Hay muchos locales vacíos en las principales calles de Lomas, como Laprida y Boedo. Acaba de cerrar una casa de deportes de la cadena Sport Line. El alquiler aumentó el doble y decidieron bajar la persiana”, lamentó Kahale. “El alquiler, los tarifazos, los aumentos de los empleados, el bono, sumado a la caída del consumo, hacen que la rentabilidad sea cada vez peor y los negocios tengan que cerrar”, advirtió.
En Laprida 207, la histórica disquería Fiesta Musical que trabajaba en la zona hace 24 años, tuvo que bajar sus persianas a causa de la crisis. “La actual situación económica hizo que los gastos altísimos no pudieran ser cubiertos por la bajas de las ventas”, expresaron los empleados a través de la página de Facebook. Y este comercio es un ejemplo de lo que muchos sufren. Algunos aún resisten.
En sintonía se expresó el titular de la Cámara de Comercio de Avellaneda, Roberto García Prada, quien indicó que en los centros comerciales de la zona “hay vacancias con locales en alquiler y en venta por la crisis”. “Los costos fijos y todas las pérdidas económicas influyen mucho. Estamos tratando de mantener el personal con sus puestos de trabajo pero la situación se hace cada vez más difícil”, manifestó.
La escena se repite en los distintos centros comerciales de la Región y si se acude a las zonas periféricas, también. Nadie escapa a una realidad alarmante. Las ventas no repuntan, los valores de los servicios se incrementa varias veces al año (este mes aumenta la luz y otros servicios) y los alquileres también deben ajustarse. Es un combo explosivo para comerciantes, que reducen ganancias para subsistir. Sin embargo, no alcanza.