El Ministerio de Seguridad reglamentó ayer el uso de armas eléctricas no letales por parte de miembros de fuerzas de seguridad federales y desde la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) y la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) renovaron las críticas al Gobierno por la implementación de armas Taser, a las que definen como “herramienta de tortura”.
“Una pistola Taser es una herramienta que provoca una descarga eléctrica sobre un cuerpo humano, y eso en mi diccionario se llama tortura”, advirtió a Info Región la titular de Correpi, María del Carmen Verdú. Sandra Raggio, de la CPM, lamentó que “el Gobierno siga insistiendo con el punitivismo y la represión como política”.
La cartera que dirige Patricia Bullrich reglamentó ayer el uso de armas eléctricas no letales y ya en enero había informado por la compra de 300 pistolas Taser para ser usadas en estaciones de trenes y aeropuertos.
Desde Correpi advierten que se implementa bajo la lógica de que “es mejor recibir una descarga eléctrica y no que te peguen un tiro”, pero alertaron que pueden “provocar daño irreversible e incluso la muerte” ya que funcionan como “una picana a distancia”. “Esto es un retroceso en las políticas por los derechos humanos”, apuntan desde la CPM.
El organismo precisó que se ha registrado un “aumento significativo de violencia por parte del Estado a través de las fuerzas de seguridad y esta (por el uso de las Taser) es una herramienta más para acrecentar los niveles de violencia”. Desde el Gobierno estiman que las armas comenzarán a utilizarse dentro de 60 días.