Lomas: Comienzan a definirse los candidatos


También en los distritos, como ocurre a nivel nacional, lentamente se disipa la bruma y se empiezan a dibujar los contornos de las mujeres y los hombres que se alistan para participar como candidatos a intendente en las elecciones de octubre.

En una serie de notas, InfoRegión relevará distrito por distrito la situación política y la danza de nombres que se pondrán en juego, en principio, para disputar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, y luego, si prosperan, las generales.

En el caso de Lomas de Zamora, el distrito con más electores de la región, la candidatura a la reelección del intendente Martín Insaurralde estaba puesta en duda ante la posibilidad de que prosperara su proyecto para ocupar el sillón de Dardo Rocha, en la capital provincial.

En los últimos meses, el jefe comunal lomense fortaleció su relación personal y política con Máximo Kirchner y despejó cualquier duda respecto de su pertenencia a ese espacio. Alineado con la candidatura presidencial de Cristina Fernández primero y de Alberto Fernández ahora, Insaurralde ansiaba ser designado candidato a gobernador bonaerense por ese espacio político, para lo cual contaba con el respaldo de un grupo amplio de colegas que se expresaron repetidamente a favor de que un mandatario del conurbano los representara como postulante a la gobernación.

La buena imagen del lomense y una intención de voto superior al 30 por ciento se sumaba como argumento fáctico a una interpretación política que decía más o menos así: Si Cristina es candidata a presidenta, no puede encabezar también, con una persona de su entorno más próximo, la fórmula provincial. La idea era que la boleta no podía ser doble K, la primera por Kirchner y la segunda por Kicillof. Cristina debería ampliar su armado político y conceder a la estructura política peronista del conurbano, y en especial de la zona sudoeste (Tercera Sección Electoral), una cuota considerable de poder para contenerlos.

Para el kirchnerismo esa necesidad no era tal, y apelaban a un argumento contundente: Cristina supera, dicen, el 45 por ciento promedio de intención de voto en el conurbano, con picos cercanos al 60 por ciento en algunos distritos del segundo o tercer cordón. Si los intendentes no la respaldaban, bastaba con que habilitara listas locales para que los jefes comunales pusieran su continuidad en riesgo ante esos adversarios o ante las listas de Cambiemos, que podrían colarse en el medio de esa disputa

El impacto de F-F

En cualquier caso, esas especulaciones hoy no son más que eso. Los intendentes cerraron filas con la expresidenta y son los dueños indiscutidos de sus distritos. Sin embargo, el problema para los que tenían aspiraciones provinciales es que no se cumplió aquella presunción de Cristina candidata a presidente por la conocida irrupción de Alberto Fernández en el primer lugar.

Esa sorpresiva jugada política, aún cuando pueda resultar positiva para la estrategia nacional del peronismo, en términos personales fue una mala noticia para los intendentes que se veían encabezando una fórmula.

Cristina cedió lo más importante, la candidatura a presidente, por qué tendría que resignar ahora la candidatura a gobernador que podría recaer en alguien de extrema confianza como Axel Kicillof. Si bien no está formalizada, la candidatura del exministro de economía -que además mide bien en las encuestas- parece sellada, y lo que estaría disponible es el segundo lugar de la fórmula, ahí sí para un jefe comunal con peso territorial, aunque preferentemente sería una mujer, que exprese una apertura de género, para competir contra el binomio que encabezará María Eugenia Vidal.

Si las cosas son así, Insaurralde deberá competir nuevamente por la intendencia, en una batalla que le abriría las puertas a los últimos cuatro años de mandato, tiempo suficiente para ordenar una sucesión, que podría surgir de entre gente de su confianza como el diputado provincial Federico Otermín, el jefe de gabinete Guillermo Viñuales, o algún otro miembro de su gabinete.

También se anotó dentro de ese espacio con la voluntad de disputar las PASO el exsubsecretario de Asuntos Municipales de la Nación, Pablo Paladino, que hace pocos días encabezó un acto en el distrito junto a la abogada Graciana Peñafort para conmemorar los cien años del nacimiento de Evita. Lo mismo hizo el ex funcionario provincial (titular del SPAR) Juan María Viñales, que esta semana se mostró en una acto en Lomas junto al senador provincial Sergio Berni.

Sin cambios en Cambiemos

Por el lado de Cambiemos, más allá de las amenazas que circularon a mediados del año pasado, nadie dentro del PRO cuestiona una nueva candidatura de Gabriel Mércuri, que volvería a disputar el premio mayor. Con el apoyo de la gobernadora María Eugenia Vidal (es subsecretario de Fortalecimiento Familiar y Comunitario de la Provincia de Buenos Aires) se encamina a representar a la coalición, aunque en los últimos días fue sorprendido por la irrupción del radical Marcelo Pellegrini, exconcejal local, que salió con una fuerte presencia publicitaria a presentarse como competidor en las PASO. Si bien la correlación de fuerzas no debería poner en duda la postulación de Mércuri, está claro que en ese espacio quedan pendientes algunas negociaciones para evitar las primarias.

En cuanto al Frente Renovador, allí no está claro aún en qué estructura política participará a nivel nacional y provincial, y eso condiciona el armado final. En cualquier caso, en Lomas de Zamora el concejal Ramiro Trezza, vinculado al duhaldismo, aparece en la grilla sin competencia a la vista. Mientras que en el espacio que podría denominarse Consenso 19, cuya pertenencia a Alternativa Federal aún está en discusión, la exconcejal Lorena Oviedo, que comparte espacio con el exsenador provincial Eduardo Amalvy. Todos ellos podrían ser parte de un mismo armado que dirima las candidaturas por consenso o a través de las PASO.

En cualquier caso, a medida que se acercan las fechas de definiciones la incertidumbre va dejando lugar a un ordenamiento político que volverá a convocar la atención de los lomenses para decidir sobre su propio futuro.