Por unanimidad y con una multitud esperanzada ocupando la avenida 9 de Julio al 1600 del barrio de Lanús Este, la CTA votó ayer la reunificación con la CGT luego de 28 años de la separación que decidieron en el ’91. El epicentro del histórico evento fue el microestadio de Lanús, el mismo en el que se realizó el Congreso del PJ en el que eligieron a Néstor Kirchner como candidato.
De la ceremonia del jueves participaron el candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández; la candidata a vicegobernadora de la provincia de Buenos Aires, Verónica Magario; el diputado Máximo Kirchner; el candidato a intendente de Lanús, Edgardo Depetri; el dirigente de Camioneros Pablo Moyano; el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, el legislador provincia Federico Otermín y otras figuras de la política local.
En el marco del Congreso Anual Ordinario de la Central de Trabajadores que se desarrolló en la sede de ese club del conurbano se dio comienzo al proceso para que la CTA pueda volver a la CGT. Quienes proyectan un posible gobierno con la presidencia de Alberto Fernández y la vicepresidencia de Cristina Fernández de Kirchner consideran de vital importancia el rol de una CGT amplia que haga posible el “pacto social” que esperan los sindicalistas más importantes de la escena política argentina.
En esa línea fueron los discursos de los oradores de la jornada, a la que todos calificaron como “histórica” para el movimiento sindical argentino. El primero fue el jefe de la CTA, Hugo Yasky, quien recordó los casi 30 años de separación con la CGT al tildarlos de “paréntesis”. Señaló que “hoy el pueblo argentino tiene una nueva oportunidad: Se ganó el derecho a tener en la Casa Rosada a un Presidente y una Vicepresidenta que surgen de la entraña de nuestro pueblo”. “Y nos ganamos ese derecho porque fuimos capaces de hacer dos cosas: El movimiento social en Argentina no se resignó y estuvo en la calle todas las veces que tuvo que estar y ese movimiento social tuvo un eje que fue el movimiento sindical argentino”, apuntó.
Tras la votación a mano alzada para que la CTA vuelva al seno de la Confederación General del Trabajo, Yasky expresó: “Los compañeros y compañeras vamos a interpretar esto como el preludio de lo que viene: La CTA se encamina hacia la unidad de la clase trabajadora Argentina”.
Está claro que quien sea el presidente luego del 10 de diciembre de 2019 necesitará un fuerte respaldo de las organizaciones de trabajadores para lograr recomponer la situación económica y reactivar el consumo y empleo, procurando mantener controlada la inflación luego de los mandato de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. A esto se refirió Verónica Magario, quien calificó a la mandataria provincial de “cómplice de las políticas de arrase contra el trabajo argentino”.
Cuestionó la estrategia electoral del oficialismo bonaerense al expresar que “la Provincia ha hecho un peor endeudamientos que Macri, pero la Gobernadora parece que ahora se esconde de Macri y no eran tan compañeros de fórmula (…) Es tiempo de volver a mirar a los bonaerenses y argentinos y decirles que lo humano es generar trabajo y defender a los trabajadores. No hay proyecto local sin proyecto provincial y nacional”.
Por su parte, Máximo Kirchner pidió a los presentes, candidatos, integrantes de la CTA y autoconvocados garantizar el buen desarrollo de los comicios: “A votar con fuerza, con ganas y con decisión sin caer en ningún tipo de provocación”.
Se expresó entonces el candidato a intendente por el partido de Lanús Edgardo Depetri, quien horas antes había participado en el Estadio del Club Atlético Lanús de un encuentro de Clubes de Barrio junto a su candidato a primer concejal y Presidente del Club Lanús Nicolás Russo, evento que también contó con la Presencia de Alberto Fernández. En su discurso, recordó al ex presidente Néstor Kirchner: “Cómo no recordar en este camino de resistencia a los compañeros que si estuvieran acá estarían apoyando esta unidad (…) Quiero reivindicar que esta unidad la hicimos en los peores momentos construyendo la resistencia los últimos años contra las políticas del neoliberalismo. Quiero reivindicar este día de unidad recordando mi militancia sindical que empezó en Río Turbio junto a Néstor Kirchner”, expresó.
Cabe recordar que la CTA comenzó a compartir posiciones frente al gobierno menemista en el “Encuentro de Burzaco”, que tuvo lugar el 17 de diciembre de 1991, impulsada por los dirigentes Víctor de Gennaro, Hugo Yasky y Pablo Micheli. En 2010, el sector de la CTA más representado por Yasky se quedó con el oficialismo mientras que Micheli –presente en el día de ayer- creó la CTA Autónoma. Hoy, ambas facciones se encuentran unidas en pensamiento y acción frente al macrismo, y manifiestan su respaldo al Frente de Todos, con miras a las elecciones del 27 de octubre.
Alberto Fernández cerró el acto y advirtió sobre la importancia de la jornada que acontecía en el club granate y en sintonía con el candidato local. , recordó el primer gobierno kirchnerista: “Cuando venía para acá los vi a (Carlos) Tomada y a (Jorge) Taiana, quienes fueron ministros conmigo en años de Néstor (Kirchner). En el Microestadio de Lanús se hizo el Congreso que permitió que Néstor fuera presidente”.
En esta línea realizó un paralelismo de la situación económica y social actual que deja Cambiemos, con el gobierno que tomó Kirchner: “Es casi un país como el que recibimos en el 2003, es semejante el daño que (Mauricio) Macri a hecho ahora. De hecho salir de los años de Macri nos costó una devaluación del 500 por ciento. En un año y medio Macri hizo 6 veces la deuda que todos los argentinos le pagamos al Fondo en otro momento. Y hace 4 años no pensábamos en el Fondo”, analizó.
“A los Argentinos les pedimos que se despierten porque el cambio no son ellos, somos nosotros que queremos terminar con este presente”. “Es todo como un volver al primer día que llegamos con Néstor (Kirchner). No es muy distinto ese panorama al que nos espera hoy ¡Por favor reaccionemos! No son liberales, son crueles mercantilistas que también hacen de la educación un negocio. Nos quieren hacer creer que el problema que tenemos es que tuvimos demasiados derechos. Ahora estamos ante un nuevo desafío”, finalizó.