Tras la renuncia de Nicolás Llaurado al cuerpo técnico de Pucará, Gustavo Jorge encaró su tercer ciclo al mando del Rojo de Burzaco. “Entrenar lo llevó en la sangre, sea cual sea la división y siempre es una alegría volver”, manifestó “Cuta”, tras su retorno a la conducción. Resaltó que su objetivo será “mejorar las relaciones humanas”.
“Entrenar lo llevó en la sangre, sea cual sea la división y siempre es una alegría volver y poder devolverle al club lo que nos dio cuando fuimos jugadores”, resaltó Jorge, luego de que se confirmara su vuelta a la primera de Burzaco. Anteriormente se había mantenido ligado al club por medio de la Comisión Directiva y conduciendo las inferiores.
El head coach sostuvo -en diálogo con Info Región– que “no pensaba entrenar este año el plantel superior, pero ante la renuncia de Nicolás, los dirigentes y jugadores resolvieron que entrene por una temporada”. Además, explicó que tuvieron varias reuniones con Llaurado para que siga entrenando, “pero lamentablemente renunció”.
En vísperas de la pretemporada, los de Burzaco sufrieron grandes modificaciones en el plantel. A la salid del head coach se suma la baja de once jugadores. Lucas González Amorosino, Pablo Dimcheff, Lucas Santa Cruz, Lucas Mensa, Manuel Montero, Julián Domínguez, Pablo Parlatore, Juan Cappiello, Lucas y Jonathan Marchetta seguirán sus carreras en los diferentes seleccionados u otras ligas europeas.
Los objetivos
Jorge tendrá el duro desafío de rearmar el equipo, luego de la gran sangría que sufrió el conjunto del Sur. “Estoy convencido de que tenemos un gran plantel humano y con muchas condiciones técnicas, y considero que no nos veremos afectados por los jugadores que tomaron otros rumbo”, resaltó el entrenador.
“Cuta” anticipó, por otro lado, que aspirarán a “mejorar las relaciones humanas, para seguir creciendo como personas y así mejorar el juego” y sostuvo que sí logran mantener ese enfoque, podrán sostenerse “entre los puestos de arriba del Top 12”, como en la anterior temporada.
Caso Fernando Báez Sosa
El mundo del rugby quedó en medio de la polémica por el asesinato del joven de 18 años en Villa Gesell. Los 10 acusados, ocho con pedido de prisión preventiva, son rubiers. El entrenador consideró que el hecho no fue un rasgo particular de la disciplina, sino de “la violencia de la sociedad”, y destacó que “el rugby es el mejor deporte en conjunto del mundo y hay que cuidarlo, ya que su reglamento es muy claro, dentro y fuera de la cancha”.
Sobre la responsabilidad que se le adjudica a las diferentes instituciones, Jorge sostuvo que desde el club están “siempre atentos a combatir todo tipo de violencia, tratando de mejorar la comunicación y formas de expresarse, aunque el rol de la familia es fundamental”.
Ante la consulta de este medio sobre la Ley Fernando (un proyecto), el entrenador sostuvo que “no es una solución a la problemática planteada”. “En este deporte no está permitido pegar piñas ni patadas y tampoco se entrenan, porque no somos especialistas en el uso del cuerpo como defensa personal”, sentenció.