Javier Maroni es el nuevo director ejecutivo del Hospital Interzonal General de Agudos Evita de Lanús, uno de los establecimientos más abandonados en los últimos años: Problemas con los trabajadores, de infraestructura y deudas. “Levantarlo será una tarea titánica”, afirmó.
En diálogo con Info Región, el director de la institución sostuvo que llegaron realizaron una breve audiencia “con ojos de asombro” y terminaron “con ojos de espanto”. “El hospital está en deuda en un millón de pesos con el pago de guardia, enfermeros y médicos. Tenemos, además, miles de pesos en deuda con los proveedores”, detalló.
“Es tanto el grado de decadencia y desidia, que en un par de días es imposible de resolver. Levantar esta situación será una tarea titánica”, admitió, al tiempo señaló: “Perdimos 130 trabajadores a lo largo de los últimos cuatro años”. “Es menos gente para cada vez más pacientes”, precisó el director del hospital, quien precisó que el aumento en la demanda “es el coletazo de la gente que perdió el trabajo y la obra social, y ahora quiere ir al hospital público”.
Además, detalló que “los insumos están estancados” por “los proveedores, al no recibir los pagos, no quieren soltar insumos”.
En la presentación de la nueva cúpula del centro de salud estuvieron presentes el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan; su viceministro, Nicolás Kreplak; y el director provincial de hospitales, Juan Riera. “Aprovechamos su presencia para pedir que nos acompañen en esta ardua tarea”, sostuvo Maroni.
“Reconocemos en Gollán un sanitarista de altísimo nivel. Que hayamos recuperado los ministerios de Salud habla de la lucha y militancia enorme de los trabajadores. En este contexto, le pedimos al funcionario un compromiso político para que se analice el financiamiento del hospital. Ellos lo entendieron, hablan nuestro mismo idioma, no como antes que le hablábamos a la pared”, señaló. Y agregó: “En la última gestión, la deuda alcanzó el millón de pesos. En este momento, es un motón de plata. No pagar a médicos y enfermeros abre una puerta en donde el trabajador no quiere estar en el hospital”.
En esa sintonía, el director recalcó que “cualquier programa de salud está condenado al fracaso si no se invierte en infraestructura, salarios e insumos”. “La estructura de costos del hospital es endeble. Necesitamos trabajar mucho para poder salir adelante. Necesitamos una ayuda económica, un financiamiento constante”, subrayó.
Panorama nacional
Sumado a la expansión constante del coronavirus en todo el mundo, Argentina mantiene la preocupación por el dengue y la inesperada vuelta del sarampión. En este contexto, Maroni apuntó contra “la desidia de los cuatro años anteriores de gestión” ya que “faltaban vacunas”.
“La gente no se podía vacunar y eso es un delito a la salud pública. Que nuestros hijos no hayan tenido vacunas generó la reaparición del sarampión. Argentina estaba cumpliendo diez años sin la enfermedad y nosotros, los pediatras, tuvimos que volver a agarrar los libros porque lo habíamos dejado de dar”, dijo. “El coronavirus explotó por todos lados. Los casos, en pobreza, siguen siendo mayores. Ante esto, y además del abandono, los hospitales vamos a tener que usar los recursos para afrontar este presente. Nos sobra pasión, amamos al hospital público, pero no podemos dejar de denunciar de qué lado partimos”, concluyó, en charla con este medio.