Después de un año de lucha en el 2019, los empleados de la planta de Dánica ubicada en Llavallol, se encuentran en conflicto una vez más. Luego de que la empresa despidiera a cinco trabajadores, los empleados se encontraron el lunes con las puertas de la fábrica cerrada “hasta nuevo aviso”. Desde la empresa sostuvieron que la medida fue porque los trabajadores se negaron a acatar la conciliación obligatoria, mientras que los operarios aseguran: “Nunca nos negamos a volver a trabajar”.
Así lo indicó Javier, uno de los 150 empleados de la empresa a Info Región. Precisó que la semana pasada cinco empleados fueron despedidos “porque se negaron a realizar horas extras”.
A raíz de los despidos, los trabajadores realizaron un paro el viernes 3 de abril para exigir la reincorporación “de los compañeros”. Ante el conflicto, el Ministerio de Trabajo bonaerense, dictó la conciliación obligatoria que, según la empresa, no fue acatada por los dirigentes gremiales aunque los empleados lo desmienten.
“Nosotros acatamos la conciliación y nunca nos negamos a volver a trabajar, solo queremos que reincorporen a los muchachos”, aseveró Javier. En este marco, señaló que el lunes cuando se presentaron a trabajar se encontraron con las puertas cerradas y un cartel que decía “cerrado hasta nuevo aviso”.
“La empresa ahora cortó el diálogo y todavía nos debe los sueldos de este mes, además del sueldo correspondiente a la paritaria 2019, la de este año y el bono que se nos proporcionó a los aceiteros, las condiciones son pésimas pero lo único que nosotros queremos es volver a trabajar con los compañeros despedidos”, insistió.
Actualmente los 150 empleados se turnan para realizar acampes en las puertas de la planta de Llavallol como modo de protesta. “No podemos ir todos porque está el aislamiento y no queremos tener un conflicto legal”, sostuvo Javier.
En cuanto a la resolución del conflicto, indicaron que el sindicato “está teniendo charlas con la Jefatura de Trabajo provincial para ver si se puede volver a tener un diálogo con la empresa”, aunque lamentaron que “se viene otra lucha complicada porque esto es otro ataque”.
Conflicto
Durante 2019 los empleados estuvieron más de un mes en conflicto con la empresa que en abril decidió echar a 33 empleados. A partir de ese momento tomaron medidas para exigir la reincorporación de los trabajadores y lograron llegar a un acuerdo que consistió en la reincorporación de 18 operarios, mientras que otros 15 arreglaron su retiro voluntario.
