El avance del dengue en la Argentina preocupa; en la provincia de Buenos Aires son 2.409 los casos confirmados pero hay 1000 en estudio. En la Región, en tanto, el número de personas que contrajeron la enfermedad asciende a 343. En este escenario, el avance anunciado por el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) es motivo de celebración. Crearon un biolarvicida que mata las larvas del mosquito y no afecta la calidad del agua.
Se trata de un biolarvicida, de una formulación líquida, elaborado a base de Bacillus thuringiensis israelensis (Bti) para el control del mosquito transmisor de la infección viral. Fue desarrollado por el Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMYZA) del INTA Castelar.
“Es uno de los productos que surgieron a partir de una importante colección de bacterias entomopatógenas constituidas principalmente por cepas nativas y exóticas de Bacillus thuringiensis”, indicó Roberto Lecuona, director del IMYZA. Con la tecnología, la fórmula y los procedimientos “se puede avanzar en la transferencia para el desarrollo con éxito de una formulación líquida de este biolarvicida destinado al control del mosquito transmisor del dengue”, destacó Diego Sauka, responsable del laboratorio Insumos Bacterianos e investigador INTA – CONICET.
Si bien, en el país, actualmente existen productos biológicos similares para el control de este mosquito, según Lecuona la novedad “es tener disponible para la industria un biolarvicida igualmente eficaz, como los mejores productos de importación, pero utilizando un protocolo de producción con insumos más económicos y de fácil acceso”. Se trata de “un preparado estable y efectivo bajo condiciones similares a las de campo que podrá sustituir a productos importados”, agregó Sauka.
Los especialistas entienden que el control químico del vector debe hacerse con productos autorizados por la ANMAT, tanto en el combate de la fase acuática como aérea y, a su vez, utilizar biolarvicidas para el control de larvas en la fase acuática. “El compromiso del INTA con la salud pública, a través de este y otros desarrollos, permite brindar colaboración a las empresas o instituciones interesadas en la puesta a punto de protocolos de producción en pequeña escala, paso previo y necesario para el escalado y producción industrial”, apuntan.
Este biolarvicida es el resultado de años de investigaciones con esta bacteria de origen natural y de la cual surgieron otros prototipos de bioinsumos destinados al control de plagas, como insectos lepidópteros, coleópteros y dípteros. El mosquito Aedes aegypti, además de ser el vector del dengue, también transmite otras enfermedades como la fiebre amarilla, la producida por el virus de zika y la fiebre o artritis epidémica chikungunya.
“Una de las principales características de este biolarvicida es que la larva del mosquito muere, pero es inocuo para el ambiente donde se aplica. Además, debido a que es seguro, tanto para las personas como para los animales, se puede incorporar en agua potable si se respetan las indicaciones del marbete –etiqueta–, en cuanto a las dosis recomendadas”, explica el INTI.
No presenta inconvenientes al usarlo de manera permanente ya que la radiación solar lo elimina del medio. Se considera que una vez aplicado, si está expuesto al sol, debe ser repuesto después de 10 o 15 días de aplicado, aunque demostró una vigencia de hasta 30 días cuando los ambientes acuáticos son sombreados o semisombreados.