Intendentes de la Tercera se reunieron de forma virtual con el gobernador Axel Kicillof y ratificaron el malestar por la flexibilización de la Ciudad de Buenos Aires a la cuarentena (hoy se da marcha atrás) y la señalaron como responsable del incremento de contagios en el Conurbano.
“Los hechos que están empezando a suceder en los barrios de todo AMBA, y que pueden replicarse en más barrios todavía, no son independientes de la decisión de la Ciudad de abrir nuevos comercios y actividades unilateralmente”, alertaron a través de un comunicado.
Insistieron en que “gran parte de los trabajadores de los comercios recientemente habilitados en la Ciudad viven en el conurbano y por lo tanto, aumentar la circulación de personas era una bomba de tiempo cuyos efectos están recién empezando a observarse”.
Trabajadores de la salud de la provincia de Buenos Aires, quienes ya habían alertado sobre el peligro de apertura de actividades en Capital, valoraron el equipamiento en centros de salud y abastecimiento de insumos para la protección pero advirtieron sobre la necesidad de ampliar la planta de profesionales para cubrir las necesidades que conlleva la pandemia y el aumento de casos. Piden, además, más testeos.
Tras el aumento sensible de casos, el Gobierno anunció la prórroga de la cuarentena hasta el 7 de junio, pero con cambios. La Ciudad de Buenos Aires endurece el aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO). Unos 10.000 comercios considerados “no esenciales” cuya apertura se había autorizado el 12 de mayo pasado, deberán volver a cerrar sus puertas. La marcha atrás se anunció con la extensión de la cuarentena.