“Estamos trabajando para que lo antes posible tengamos la vacuna”, aseguró el presidente Alberto Fernández antes de anunciar que el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) se extiende hasta el 30 de agosto, pero habrá un endurecimiento en algunas zonas del país.
“El problema ya no es el AMBA, se ha diseminado en todo el país”, dijo el jefe de Estado al realizar el anuncio desde la residencia de Olivos y agregó: “Hace muchos meses la Argentina se olvido de la cuarentena, si no salgan a la calle y vean”.
Según se informó oficialmente el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio continuará en el AMBA, 4 departamentos de Jujuy, Río Gallegos (Santa Cruz) y Río Grande (Tierra del Fuego) y ahora se suman Tartagal (Salta), La Rioja capital y Chamical, Santiago capital y La Banda.
Aclaró que el ASPO “no es un acto de autoritarismo o de prepotencia”, sino que se busca cuidar la vida de los y las argentinas. Continuará de igual forma en algunas zonas del país, habrá un endurecimiento en otras y se habilitan algunas actividades.
Según lo acordado con gobernadores, “en las zonas rojas volver a la fase 1”, precisó, aludiendo a las zonas donde hubo un fuerte salto en los contagios en las últimas semanas. “Los lugares no alcanzados por esa disposición, va a seguir el distanciamiento social. Vamos a habilitar algunas actividades: los deportes individuales”, precisó.
Ayer, analizó el tema en una videoconferencia con las gobernadoras de Río Negro, Arabela Carreras, y de Santa Cruz, Alicia Kirchner, y los gobernadores de Santa Fe, Omar Perotti; Jujuy, Gerardo Morales; La Rioja, Ricardo Quintela; Mendoza, Rodolfo Suárez; Salta, Gustavo Sáenz; Entre Ríos, Gustavo Bordet; Santiago del Estero, Gerardo Zamora; Córdoba, Juan Schiaretti; Tucumán, Juan Manzur, y Tierra del Fuego, Gustavo Melella.
Por otro lado, aseguró que la posibilidad de la vacuna permite “ver un horizonte” y confía en que pueda estar lista en el primer trimestre del año próximo. “Estamos trabajando para que lo antes posible tengamos la vacuna”, señaló.
En la Residencia de Olivos, el jefe de Estado planteó que es “un tiempo un poco distinto” con respecto a la pandemia de coronavirus, “con problemas que se mantienen, perduran y se han vuelto críticos pero al mismo tiempo tiempo con más esperanza por la vacuna, que deja ver un horizonte”.
Aseguró que el Gobierno está trabajando para “tener la vacuna lo antes posible, pero destacó que “aún falta” para terminar con el coronavirus. “Estoy feliz de producir con México la vacuna. Estamos muy orgullosos. Estamos trabajando para que lo antes posible tengamos la vacuna, y confío en que pueda suceder en el primer trimestre del año entrante, pero aún falta”, dijo.
En este marco, pidió: “Hasta que no llegue la vacuna tenemos que pedirles la máxima prudencia a la hora de encontrarnos con otros”, y explicó que “lo peor que nos puede pasar es pensar que ha pasado”. Planteó que el coronavirus “se ha expandido en muchos lugares del país” y que “el plan de la cuarentena temprana funcionó pero el riesgo sigue existiendo”.