El refugio El Campito de Esteban Echeverría, con más de 450 perros rescatados, volverá a tener visitas los fines de semana. Reabrirá las puertas el 8 de noviembre.
El presidente de “El Campito”, Segio Moragues, contó a Info Región cuál será el protocolo. “La visita es sólo con reservación”, aclaró. Se pedirá un escrito de confirmación de reserva sin excepción, se tomará la temperatura y se exigirá el uso de barbijo de manera permanente.
¿Cuál es la capacidad? “El máximo será de 50 personas con una separación mínima de entre 5 y 10 metros”, precisó, al tiempo que planteó que el espacio estará señalizado, habrá estaciones sanitizantes con alcohol en gel y los grupos no pueden ser de más de cuatro personas.
El referente del refugio de Esteban Echeverría contó que a dos días de haberlo anunciado en las redes sociales, “ se anotaron 150 personas”. “Tenemos lista de espera para el próximo sábado y el otro también. El grupo de 50 se queda muy chiquito, pero preferimos estar seguros para que todo salga bien”, apuntó.
¿Cómo viven este momento? Moragues admitió que están “felices de la vida”, sobretodo por este tiempo sin contacto de los “camperitos” (una manera cariñosa de nombrar a los perros del refugio) con la comunidad. De alguna forma, es dejar atrás el momento crítico que pasaron con el confinamiento.
“Es nuestro ADN, yo creo que el objetivo de campito más que rescatar, recuperar y dar en adopción a perros sin hogar, es involucrar a la sociedad. El Campito es el primer refugio que nació con las puertas abiertas desde el primer momento”, enfatizó Moragues.
El Campito Refugio es una ONG con más de diez años de vida que no recibe subsidios, aportes, no tiene cuotas y tampoco socios, pero quien lo desee se puede ser padrino/madrina del refugio o de uno de los animales en especial.
En el predio de Esteban Echeverría hay más de 450 perros, muchos inválidos, y se implementa un sistema de “puertas abiertas”. ¿Qué quiere decir esto? Cualquier persona puede visitar el refugio o incluso formar parte del equipo de voluntarios de la organización. De esta manera, se estimula a quienes se acercan a crear nexos con los animales y a involucrarse.
El círculo que se inicia con el rescate, continúa con la recuperación y culmina con la adopción.