El histórico boliche Mi Club de Banfield se mantuvo en pie pese a la crisis sufrida estos ocho meses por la pandemia de coronavirus y, ahora, atraviesa un proceso de “reacomodamiento”, de cara a la nueva normalidad.
Sin pista, con barra extendida y todo el personal presente, la discoteca reabrió sus puertas en la modalidad de resto bar para poder volver a ser uno de los epicentros de reunión en la noche de Lomas de Zamora.
“Estamos trabajando al aire libre, en esto que se transformó en un resto bar. Funcionamos viernes y sábado, pero este domingo tuvimos una edición especial por la cantidad de gente que vino”, destacó Adrián Mattiauda, dueño del espacio.
En diálogo con Info Región, el titular del establecimiento contó que todavía se encuentran “en pleno proceso de reacomodamiento”, ya que hubo que cambiar varios aspectos de un histórico lugar, que este 2020 cumplió 70 años, para ser parte de la nueva normalidad. “Pasamos de discoteca a resto bar. Se eliminaron las pistas y se agrandaron las barras. Se adecuó todo. Teníamos un patio grande que tenía tres pistas de baile y se transformó a esta nueva modalidad de cambiar de formato”, apuntó Mattiauda.
En este sentido, hizo hincapié nuevamente en que “todavía no se puede bailar”, lo que normalmente se hace en el lugar, aunque si “hay música funcional de fondo”. “Pero sin baile, al menos hasta que se autorice de a poco ciertas etapas”, subrayó.
Este año se llevó a cabo el 70° aniversario de Mi Club, lamentablemente a puertas cerradas. “En todos estos años nunca estuvo cerrado, salvo cuando murió Eva Perón y se decretó duelo nacional, y dos semanas en la época de la gripe H1N1. Y ahora estuvimos ocho meses cerrado, recibiendo apoyo de la gente, el respaldo. Así que el sábado fue el reencuentro emotivo con la gente y los empleados”, explicó.
“El reencuentro fue raro. Se cruzaron los sentimientos de extrañar, de ver la discoteca transformada en bar. Emotividad, alegría, y sorpresa por la nueva modalidad”, confesó el dueño de la discoteca.
Mattiauda, en este sentido, se refirió al “orgullo” que sintió tras pasar cerrado los ocho meses de cuarentena y mantener a todo el personal. “Tenemos una estructura muy grande, con 65 empleados permanentes. Todos siguieron cobrando y no tuvimos que echar a nadie. Fue muy duro, pero gracias a la gran ayuda del ATP y con la voluntad de todas las partes, lo logramos”, celebró.
Finalmente, y respecto a los protocolos que se llevan a cabo, sostuvo que utilizan la modalidad de reservas con el fin de tener toda la información solicitada por las autoridades sanitarias. “Se les completa una planilla que pide el Gobierno con los datos personales por si hay que informar un caso de Covid-19”, indicó, al tiempo que aclaró se cumplen con todos los protocolos lógicos: “Limpieza de manos, tapabocas y distanciamiento entre las mesas”.