Matilde Rojas es la madre de Elías Soto, uno de los 10 detenidos que murieron a raíz del incendio en la comisaría de Transradio. Se cumplen hoy dos años y aquella terrible noche, pero aún no hay imputados. Fue la peor tragedia que se registró en una comisaría de la Argentina.
“Quiero confiar que así como mi hijo pagó lo que hizo, espero que los que sean responsables de lo que pasó esa madrugada también paguen” sostuvo Matilde Rojas, la madre de Elías Soto, una de las víctimas fatales de la tragedia.
Su hijo tenía 20 años y murió mientras esperaba conseguir un cupo para ser trasladado a un penal donde poder cumplir condena por el delito de “robo calificado”. Estuvo dos meses en esa dependencia, pero antes había estado en el destacamento Las Colinas de Monte Grande. En ambas, las condiciones eran de hacinamiento. Elías falleció horas después del incendio.
“Duele y cada vez duele un poco más. Lo extraño mucho, pero como digo siempre, me aferro más a esta lucha”, describió la mujer, a la vez que destacó que “el dolor y la tristeza se transforman en esta lucha por él y por los nueve que estaban ahí”, aludiendo a los 10 fallecidos.
“Cuando llega esta fecha se te remueve todo”, admitió Rojas a Info Región. “El aniversario es triste y angustiante, pero acá seguimos”, sentenció. Esta tarde los familiares y amigos de los fallecidos realizarán un acto homenaje frente a la Municipalidad de Esteban Echeverría, donde estarán acompañados por referentes de la Comisión Provisional por la Memoria. Será transmitido por Zoom.
EL HECHO
La madrugada del 15 de noviembre de 2018, un incendio se desató en la comisaría de Transradio, partido de Esteban Echeverría. Durante el siniestro murieron cuatro detenidos: Rogelio Ocampo (60), Jorge Luis Ramírez (30), Jeremías Rodríguez (19) y Juan Bautista Lavarda (59)
Con el correr de los días, se contabilizaron diez víctimas fatales: Fallecieron Elías Soto (20), Miguel Ángel Sánchez (31), Juan Carlos Fernández (31) Walter Barrios (21), Carlos Ariel Corvera (25) y casi un mes después Martín Argüello (33).
Los detenidos no tuvieron la posibilidad de escapar ni apagar las llamas y el hecho se convirtió en la peor tragedia en una comisaría de la Argentina. A dos años, la causa aún no tiene ningún imputado. Las familias de las víctimas siguen luchando para que la masacre no quede impune.
