Las calles cambiaron la fisonomía para permitir el distanciamiento en los bares, que ya permiten el ingreso de clientes a los salones. Los polos gastronómicos de la Región pueden ser epicentro de encuentros, pero también suceden en los parques y centros culturales. La Región muestra una renovada imagen y vive un tiempo de casi normalidad.
El marcado descenso de casos de coronavirus en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) permitió que las autoridades dispusieran de aperturas de diferentes actividades. El fin del aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO) marcó el inicio del distanciamiento social preventivo y obligatorio (DISPO) y las calles se ven cada vez más concurridas.
Hay un “franco descenso de casos” en Lanús, aseguró el secretario de Salud Gustavo Sieli. El Municipio fue uno de los pioneros en la apertura de actividades: bares y restaurantes abrieron sus puertas cuando estaba completamente prohibido, avanzó con la semipeatonalización de calles en polos gastronómicos y hoy ya permite la visita de espacios culturales.
Pero esto no ocurre únicamente en Lanús. Avellaneda dispuso que el paseo comercial de la calle Las Flores, de Wilde, también fuera peatonalizado para impulsar las actividades económicas y gastronómicas del distrito. En Almirante Brown, maceteros indican el límite entre la calle y las veredas extendidas.
En Lomas de Zamora ocurre una situación similar, ya que el Municipio dispuso de la extensión de algunos tramos de las veredas en donde hay locales gastronómicos para que se puedan desplegar mesas sobre las calles, protegidas con unas vallas.
Las actividades deportivas al aire libre ya estaban habilitados, motivo por el que los parques y plazas de la Región fueron habilitados por las comunas. Hoy, también se pueden ver postales de grupos tomando mate, cada uno el suyo o compartido en el caso de convivientes, ya que los encuentros sociales fueron permitidos. Con el paso de los días, otros espacios fueron habilitados, como las canchas de fútbol y los gimnasios.
A mediados de octubre, se dio una de las reaperturas más esperadas y, a su vez, más polémicas: El Boulevard Shopping de Adrogué fue el gran primer centro comercial en abrir. Sin autorización provincial pero si municipal, el establecimiento fue pionero en su rubro y desató una seguidilla de aperturas, entre los que están el Portal Lomas, de Llavallol. Detrás, abrieron ,las ferias y los outlets de la Región, entre los que se destacan la siempre concurrida “La Salada” y el Outlet de Turdera.
También hay espacio para la cultura. Es que el centro cultural “El Padilla” abrió sus puertas en octubre, después de seis meses de inactividad. Si bien tiene una infraestructura para más de 300 personas, las restricciones para evitar la propagación del Covid-19, obligaron a reducir la capacidad a 30 o 40 personas. Teatros y salas, volvieron a ofrecer sus servicios, y no sólo en la vereda o en los parques internos.
Esta semana, el Ministerio de Gobierno, a través del Registro Nacional de las Personas implementó un nuevo esquema de atención al público en sus 349 sedes bonaerenses, por lo que ya se pueden realizar casamientos en la Región. Esto se suma a algunas instituciones educativas que pusieron en marcha los procesos de revinculación, que permiten a los chicos reencontrarse en un espacio común.
La gran mayoría de actividades comenzaron a funcionar en la Región antes de la autorización de las autoridades provinciales, tal como sucede hoy con los hoteles de alojamiento de Lomas de Zamora. En las webs ya se puede reservar turno para acceder a una habitación.
Vale recordar que el Ministerio de Transporte de la Nación también dispuso un cambio a la hora de viajar en transporte público. Determinó que los colectivos podrán trasladar hasta diez personas paradas dentro del vehículo, mientras que los trenes podrán hacer lo propio con un pasajero parado por metro cuadrado en los espacios libres disponibles.