A una semana del homicidio de Diego Facundo Figueroa, a la salida de una fiesta clandestina en Glew, no hay detenidos. Su familia reclama justicia. “Que el tipo lo pague”, reclamó Nicolás, hermano de la víctima.
“No tengo palabras, yo quiero que se haga justicia y que el tipo lo pague, como tiene que ser”, reclamó Nicolás en diálogo con Info Región. A una semana del crimen, no hay detenidos. Diego tenía 22 años y fue baleado tras una discusión a la salida de una fiesta clandestina en la esquina de Provincia de Mendoza y Presidente Manuel Quintana.
En este marco, el hermano cuestionó a la Justicia. “Te matan a un hermano, a un familiar y la Justicia mira para otro lado. (Al acusado) lo dejan libre a las dos semanas, esperamos que no salga”, señaló el joven indignado porque siguen pasando los días y no hay responsable tras las rejas. La familia está organizando una marcha.
Según contó, Diego estaba junto a su pareja Fabiana y cuatro de sus hermanos (Jonathan, Osvaldo, Kevin y Nicolás). “Toda la noche nos quisieron apurar, estaban a los empujones, pero nosotros ni los conocíamos”, precisó. Diego fue baleado pero otro de los hermanos, Kevin, fue atacado con una botella en la cabeza.
“Salimos primero nosotros, pero yo me adelanté dos o tres pasos. Salieron unos pibes atrás nuestro, que venían boconeando, y mi hermano les contestó. Cuando miré para atrás, ya le habían dado tres disparos y en el mismo momento fue que le pegaron los dos botellazos a Kevin”, explicó.
Diego fue trasladado a la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Longchamps y falleció el 15 de noviembre, por la gravedad de las heridas.
Ese mismo domingo, Nicolás y Osvaldo Figueroa hicieron la denuncia en la comisaría 7ma de Almirante Brown y a una semana, no hay detenidos. La causa, que fue caratulada como “homicidio”, está en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UF) 3 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Lorenzo Latorre.
“Acá somos pibes que se la buscan en la vida. Hacemos changas y si hay que cortar el pasto o lo que sea, lo hacemos. En el barrio (los Altos de Longchamps) todos te van a decir lo mismo, somos pibes laburantes”, admitió el hermano del joven asesinado.