El 2020 fue un año atravesado por la pandemia que dejó entre otras cosas a los clubes de barrio vacíos. Sin chicos y jóvenes dándole peso al compromiso social de estas instituciones, se espera que todo mejore poco a poco para que los clubes puedan volver a tener ese rol tan fundamental que los caracteriza.
En diálogo con Info Región, Daniel González, presidente de Atlético Llavallol, expresó que el año anterior para los clubes “socialmente fue muy malo”, ya que “tener un club vacío es un desastre”. “Es algo triste entrar y no ver a nadie. Es una tristeza. No tiene razón de ser un club sin gente”, expresó.
“En paralelo, desde la salud, para los chicos fue tétrico. Cuando volvimos a entrenar con protocolos, se notaba a los chiquitos, de 13 años para abajo que no tienen la conducta de entrenar igual, con cinco o diez kilos de más. Y eso en el tema de la salud es grave. Un chico que va de la play a la heladera y de ahí a la clase por zoom, es difícil. Desde el aspecto de la salud les hizo muy mal”, comentó.
González, en tanto, no dejó de lado la mano brindada por los gobiernos tanto “con la plata que se recibió para las obras”, que los ayudó “porque si no el club se nos caía a pedazos”, como con la Ley de Asociaciones Civiles. “La Provincia estuvo bien en hacerla, pero hay que implementarla de manera correcta todavía. Si bien ya está reglamentada, tendrían que ser más expeditivos con esta Ley”, sostuvo.
Respecto al 2021, el presidente de Atlético Llavallol llamó a “pensar en positivo” y “tener fe” de que se puede “repuntar”. “Con actividad social y con trabajo, vamos a estar bien. Cuando la gente tiene trabajo, al club le va bien”, cerró.
Marina Lesci, presidenta del Concejo Deliberante de Lomas de Zamora y referente en la lucha de los clubes de barrio, calificó de “duro” el 2020 para estas instituciones, marcadas por las “puertas cerradas y las facturas de servicio que seguían llegando”. “Muchos se transformaron en merenderos para las familias de sus alrededores que sorteaban la situación economica transversal a la pandemia”, afirmó.
“Una de las principales consecuencias de esta situación fue que nuevamente se visibilizó que el nodo de solidaridad en cada barrio muchísimas veces es un club. Es ahi donde se reunen cooperativamente los vecinos para sortear situaciones como las que nos tocaron atravesar”, explicó.
Y agregó: “Muchas instituciones quedan con deudas difíciles de afrontar y amenazas de cortes de servicios por parte de prestatarias como Edesur, afortunadamente se sanciono la Ley de Asociaciones Civiles en la provincia de Buenos Aires, que va a ser una gran herramienta”.
De cara al 2021, bregó por poder “volver a abrir plenamente cuando la situación epidemiológica lo permita”, algo que dependerá directamente del “compromiso social”, y desde allí “trabajar por la debida registración de los clubes”.
“Muchos quedan afuera de ayudas o subsidios por su informalidad. Por eso es necesario visibilizar que el sector es también eso: No solo gritar a los cuatro vientos lo importantes que son los clubes, sino también contribuir a que los beneficios que otorga el Estado Nacional, Provincial y Municipal pueda llegar a todos por su debido registro”, concluyó, en contacto con Info Región.