Este martes arrancó el juicio por el doble crimen de Laura Rivero y de su hijo Thiago, quienes fueron asesinados en 2019 en Parque Barón, partido de Lomas de Zamora. En la audiencia el fiscal pidió prisión perpetua para Marco Lasserre, el único acusado.
La fiscalía solicitó la máxima condena para Marco Antonio Lasserre (42) por el delito de “homicidio agravado por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género y alevosía”, en el caso de Rivero, y “homicidio agravado por alevosía”, en el caso de su hijo, Thiago Castro. La jornada tuvo lugar en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Lomas de Zamora.
En el debate oral que comenzó este martes, los jueces escucharon ocho testigos, entre ellos la ex esposa de Lasserre, quien relató que el imputado la quiso matar y estuvo detenido tres años.
Además, los vecinos del vigilador también testificaron sobre lo ocurrido en la madrugada del 3 de abril de 2019 cuando Rivero fue a visitar a Lasserre, que vivía solo, acompañada de su hijo, a la casa situada en Federico García Lorca 171, de Parque Barón.
Según pudieron determinar los pesquisas, la pareja mantenía una relación desde hacía alrededor de cuatro meses y era habitual que la mujer concurriera a la casa del hombre, situada a unas 60 cuadras de la suya, en el barrio Obrero Santa Catalina.
Cuando estaban dentro de la vivienda, aparentemente se generó una fuerte discusión entre ambos cuando ella le dijo que quería terminar el vínculo que mantenían.
Luego, de acuerdo con lo que se pudo reconstruir, Lasserre mató a cuchillazos a madre e hijo y, tras concretar los crímenes, comenzó a pedir ayuda a los vecinos de al lado, un matrimonio y sus dos hijos.
Cuando estos vecinos ingresaron a la casa pudieron advertir que en el living estaban los cuerpos acuchillados de la mujer y su hijo, y que había rastros de sangre por todas partes y botellas de alcohol.
Según el informe forense, Laura tenía 13 heridas de arma blanca que se ubican en mamas, hemitórax, cuello y brazos, mientras que el pequeño tenia 17 heridas que se ubican en el cuello, hemotórax, mejilla, región esternal, pectoral y hombros.
El fiscal Andrés Procopio apuntó que el acusado llevó a cabo el hecho de una manera “aberrante” y con “total desprecio a la vida humana”, en el que aprovechó “el estado de indefensión en el que se encontraban las víctimas que le aseguraba tanto el resultado querido como actuar sin riesgo alguno para su persona”.
El Tribunal pasó a un cuarto intermedio para la próxima semana, donde se dará lectura del veredicto que será realizado vía Zoom.