A un año del inicio oficial de la pandemia en la Argentina, el gobierno analiza la posibilidad de cerrar fronteras ante el temor creciente de que en las próximas semanas asole al país una nueva ola de coronavirus, como la que están viviendo países limítrofes como Brasil, Paraguay e incluso Chile a pesar de su promocionada campaña vacunación. Las medidas restrictivas ya se esbozaron en boca de funcionarios bonaerenses y, según trascendió, están en análisis de las autoridades sanitarias nacionales, con la cautela que exige una economía en terapia intensiva y una sociedad sensibilizada.
Entre las medidas que analiza el Gobierno, se encuentra la posibilidad de reducir los vuelos desde y hacia Brasil, Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros países en los que se registran cantidad elevadas de casos y sobre todo una fuerte incidencia de cepas que aún no tienen circulación comunitaria en Argentina. Además, ya se registra un estancamiento del descenso de la curva de contagio y en algunos casos incluso un incremento respecto de semanas atrás.
El 9 de marzo el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, había anticipado que la provincia analiza la posibilidad de cerrar las fronteras en el marco de la creciente aparición de nuevas cepas de coronavirus en diferentes puntos del globo, entre los que preocupa especialmente Brasil, donde la pandemia continúa haciendo estragos, especialmente a partir de la variante expandida en Manaos.
“En estos momentos tenemos unos 7 mil turistas que regresarán al país desde esos lugares, por lo tanto, se va a restringir muy fuertemente la salida de nuevos turistas hacia las regiones de circulación del virus”, había señalado entonces el funcionario.
Nuevas cuarentenas para turistas
Además, anticipó que analizaban un sistema de cuarentena para quienes regresan al país, aunque cada provincia podría utilizar “metodologías mixtas” de control.
A ese anticipo bonaerense se suma hoy una reunión de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, con sus colegas provinciales para analizar la situación epidemiológica y eventualmente evaluar posibles medidas restrictivas, especialmente con los ciudadanos que regresan del exterior, que podrían ser vectores de las nuevas variantes del virus que provoca Covid-19.
De allí habría surgido la decisión de solicitar al presidente Alberto Fernández la firma de un decreto de necesidad y urgencia que reduzca 20 por ciento los vuelos a Brasil, México y Europa, 10 por ciento a Estados Unidos, y 30 por ciento los procedentes de Chile, Colombia, Ecuador, Panamá y Perú.
Con todo, lo que más preocupa es la frontera con Brasil, cuyo país atraviesa una grave crisis sanitaria con récords diarios de contagios y muertes que superan los peores registros de 2020.
En paralelo, todo indica que se mantendrá la prohibición del ingreso de extranjeros que no residan en el país, tanto por vía terrestre como áerea y fluvial.