El abogado Rubén Carrazzone aseguró, en el inicio del juicio que se le sigue por el femicidio de su esposa Stella Maris Sequeira, quien desapareció en diciembre de 2016 de su casa de Ezeiza, que “jamás” fue violento con su pareja y que no hay “ni una sola prueba científica” en su contra.
“No haría absolutamente nada en contra de mi mujer. Yo para ella sólo tengo agradecimiento, la adoro. Fue ella quien me hizo progresar mucho como abogado y como persona”, dijo el imputado en su indagatoria ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de La Plata, a cargo del debate, al que llegó acusado de “homicidio doblemente calificado por haberse cometido sobre su pareja conviviente y mediando un contexto de violencia de género y falsa denuncia”.
Vestido con un traje negro y corbata gris, el letrado declaró durante poco más de una hora hasta que el tribunal dispuso pasar a un cuarto intermedio hasta el miércoles próximo.
“Jamás hubo un hecho de violencia en la pareja. Sí algún hecho de tinte menor que no recuerdo (…) Mi mujer ha desaparecido, sigue desaparecida y nadie me ha podido decir qué pasó con ella”, sostuvo el acusado, quien en todo momento habló de Sequeira (58) en tiempo presente y la llamó con los apodos “Stellita” o “Pochita”.
Su defensa
Luego, el acusado relató lo que hizo el 29 de diciembre de 2016, cuando Sequeira desapareció, los lugares en los que estuvo y con quién se encontró, dando los nombres de estas personas.
Contó que ese día su mujer tenía previsto “salir con amigas” ya que tenía una vida social “sumamente activa” y que el 30 de diciembre se iban a reunir con otra gente en una parrilla de la localidad de Uribelarrea, y que recién esa noche, al no tener noticias de ella sintió “que estaba ante un problema”.
“Desde entonces no paré de buscarla”, aseguró Carrazzone, quien seguidamente narró cómo fue esa búsqueda y en dónde, hasta que el 1 de enero de 2017 finalmente decidió hacer la denuncia ante la Policía.
“Yo no tardé un montón de tiempo en hacer la denuncia para ganar tiempo”, aclaró, al tiempo que recordó que en ese momento él ya había alertado de lo ocurrido a la familia de su esposa.
En otro tramo de su exposición, recordó cómo fueron los dos llamados a su teléfono celular que dieron inicio a la denuncia por “secuestro extorsivo” y en este punto negó haberle pedido “ayuda” a Miguel Ángel Franco (58) –quien estuvo detenido en la causa y finalmente fue sobreseído- para “simular” un caso de ese tipo.
“No haría absolutamente nada en contra de mi mujer. Yo para ella sólo tengo agradecimiento, la adoro. Fue ella quién me hizo progresar mucho como abogado y como persona”, insistió.
Por último, Carrazzone contó que la relación entre Stella y su hija Solange era “pésima”, que este vínculo “se rompió” cuando la joven “quedó embarazada” y sostuvo que ésta en 2011 llegó a pegarle “una tremenda paliza” a la madre, pero su esposa “nunca hizo la denuncia” porque le “daba vergüenza”.
“De hecho, Stella no conoce a su nieta. Entonces, ¿quién ejerce violencia sobre Stella? ¿Yo o su hija que no le deja ver a su nieta?”, se preguntó el acusado antes de que el presidente del tribunal lo interrumpiera para pasar a un cuarto intermedio.
El caso
A pesar de que nunca se encontró el cadáver de la víctima, Carrazzone llegó preso al debate en el que afronta cargos por “homicidio doblemente calificado por haberse cometido sobre su pareja conviviente y mediando un contexto de violencia de género y de falsa denuncia”, por el que podría recibir una pena de prisión perpetua.
Es que en base a otros casos anteriores que sentaron jurisprudencia, la falta del cuerpo no impide que a un imputado se le endilgue el delito de homicidio.
El TOF 2 platense está conformado por los jueces Alejandro Daniel Esmoris, Néstor Javier Jarazo y Fernando Canero, mientras que la acusación está a cargo del fiscal general de La Plata, Rodolfo Marcelo Molina.
Sequeira, quien convivía desde hacía 13 años con Carrazzone, desapareció el 29 de diciembre de 2016 de su casa de la localidad de El Ombú, partido de Ezeiza.
El abogado denunció el hecho recién el 31 de ese mes y, un día después, aseguró haber recibido un llamado extorsivo en el que le exigieron 80.000 dólares para liberarla.
Sin embargo, para la pesquisa se trató de una falsa denuncia, aparentemente tendiente a entorpecer la investigación y ocultar el femicidio.
Si bien Carrazzone siempre negó hechos de violencia contra su mujer, para los investigadores existen elementos suficientes para acreditar que el abogado la golpeaba.
En tanto, una testigo que declaró en la causa relató que el día previo a su desaparición, la víctima le había contado que iba a separarse del letrado y que éste se tendría que ir de su casa “con un bolsito”, como había llegado hacía muchos años.