El Gobierno nacional decidió reducir las alícuotas del impuesto a las Ganancias que deberán pagar las empresas, lo que beneficiará a más del 90 por ciento de las pequeñas y medianas empresas, a partir de un acuerdo alcanzado para reformular el proyecto de ley enviado en marzo al Congreso para su tratamiento.
La decisión fue adoptada en una reunión de gabinete económico que encabezó el jefe de ministros, Santiago Cafiero, que contó con la asistencia del titular del Palacio de Hacienda, Martin Guzmán; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa y los titulares de la comisiones de Presupuesto del Senado y de Diputados, Carlos Heller y Carlos Caserio; la senadora Anabel Fernández Sagasti, la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco, y la titular de la AFIP, Mercedes Marco del Pont.
El proyecto de ley para reformar el impuesto a las Ganancias de las empresas, en el que se establecía que las compañías deberán pagar entre el 25 y el 35 de alícuota, se reformuló de tal modo que 9 de cada diez –las empresas pequeñas y medianas– abonarán la tasa más baja.
A partir de la reciente decisión impositiva se modifica el proyecto original y se rehacen las escalas, aumentando la progresividad del impuesto. En función de esto, fuentes parlamentarias subrayaron que solo una de cada diez empresas contribuyentes en el rubro ganancias pasará a pagar el 35 por ciento.
El 11 de marzo el proyecto enviado por el Ejecutivo al Congreso Nacional establece un sistema progresivo de alícuotas que se aplicarán a las Sociedades de Capital que oscilarán entre el 25 y el 35 por ciento y a la distribución de dividendos que será del 7 por ciento, con el fin de mejorar la recaudación fiscal.
El proyecto girado por el PEN establece que pagarán un 25 por ciento las sociedades de Capital con una ganancia de 1.300.000 pesos, un 30 por ciento de tasa aquellas que tengan una ganancia hasta 2.600.000 pesos.
En el tercer tramo se estableció que las sociedades con ganancias anuales superiores a 2.600.000 pesos pagarán una alícuota de 35 por ciento.
La distribución de los dividendos pagará en todos los casos la alícuota del (7 por ciento), a través del impuesto cedular vigente.