El aumento de casos positivos de coronavirus llevó al Gobierno a anunciar nuevas restricciones para intentar aplanar la curva de contagios y así evitar el colapso del sistema sanitario. “Si son 14 días bancamos, pero si se vuelve a extender, que es lo que tememos, va a ser muy difícil seguir”, sostienen desde un reconocido teatro de Banfield.
Dentro de las restricciones en el AMBA (Área Metrpolitana de Buenos Aires), se destaca la prohibición de circulación (entre las 20 y las 6) y la suspensión de actividades recreativas, sociales, culturales, deportivas y religiosas en lugares cerrados.
Desde el teatro El refugio de Banfield, el mismo que el año pasado tuvo que cerrar el espacio un tiempo y luego logró reabrir sus puertas gracias a la ayuda de la gente, admitieron que temen que se repita lo sucedido. Su director, Daniel Bastias, confesó que no saben que van a hacer.
“Es terrible. Muy triste todo”, señaló, al tiempo que admitió: “No nos podemos adaptar ahora, ya nos adaptamos a todo. Ahora no podemos hacer nada“. “La ayuda que recibimos (del Estado) sólo nos alcanza para pagar el alquiler del espacio. Quedamos a la deriva, porque los ahorros que teníamos se fueron el año pasado en el ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio). Si son 14 días bancamos, pero si se vuelve a extender, que es lo que tememos, va a ser muy difícil seguir“, lamentó.
Desde el Centro Cultural Wainer, ubicado en Rafael Calzada, partido de Almirante Brown, precisaron que “es una situación bastante difícil“. Santiago Saitz, uno de los referentes del espacio, lamentó que si bien tienen patio para poder sobrellevar los eventos al aire libre, están limitados con la capacidad y el cumplimiento del distanciamiento social.
Cultura del Sur, en tanto, criticó que los puntos culturales fueron los últimos que abrieron y “lo primero que cierran de vuelta”. Melania Buero advirtió que el sector de la industria independiente puede “desaparecer”. “Estamos de acuerdo con que el Gobierno ponga restricciones para cuidar la salud, pero no estamos de acuerdo en que no haya ninguna planificación en nuestro sector y nos mande al hambre, la desocupación y a la desesperación“, criticó.
“Parar la pelota para nosotros significa que se nos venga un muerto gigante encima“, alertó sobre la dificultad de pagar el alquiler del espacio. “¿Cuanto podemos aguantar haciendo clases por Zoom y pidiendo vaquitas?”, cuestionó.
En tanto, desde el Teatro Otromundo Sala Roberto Uriona, ubicado en Temperley, piden por la posibilidad de al menos seguir dando clases. “Lo que pedimos es que al menos las y los docentes del espacio puedan dar clases con el aforo de 10 personas“, planteó el referente del espacio, Nano Gándara. “Esos pibes viven de eso“, resaltó.
De todas maneras, se mostró comprensivo con las medidas adoptadas en pos de no llegar a la saturación del sistema sanitario. “El Estado muchas otras alternativas no tenía. Para nosotros es un garrón la pandemia, no las decisiones del Gobierno”, señaló. En ese sentido, reveló que estarán juntando alimentos y ropa en el espacio para colaborar con los artistas y quien necesite.
Y aclaró que continuarán abiertos pero con otro tipo de actividades. “Nosotros construimos al rededor del teatro una hamburguesería. Es el momento de sacar a relucir las posibilidades de nuestro espacio como centro gastronómico“, manifestó.