Los Pumas 7s se impusieron ante Gran Bretaña por 17 a 12 y lograron colgarse, de esta forma, la medalla de bronce. Es la primera para la Argentina y la primera también para el rugby nacional en la historia de los Juegos Olímpicos.
En el estadio Olímpico de la capital japonesa, el conjunto dirigido por Santiago Gómez Cora culminó de la mejor manera posible un certamen que presentó también un camino de espinas, a partir de complicaciones que surgieron para armar la formación, por lesiones y suspensiones.
Lautaro Bazán Vélez, Marcos Moneta (el máximo anotador del equipo en el torneo) e Ignacio Mendy marcaron los tries del conjunto argentino. El pateador Santiago Mare aportó una conversión para el elenco que se subió al último escalón del podio.
El desarrollo del encuentro arrancó con un equipo inglés decidido a volcar el juego por las bandas, aprovechando la velocidad de algunos de sus hombres. Así, cuando no se había cumplido siquiera 2 minutos, el apuntado Harris escapó al tackle de Bazán Vélez y apoyó la pelota en el ingoal adversario para decretar la apertura: 5-0.
Enseguida reaccionaron Los Pumas ‘7, apoyándose no sólo en el juego de manos sino también en la chance de provocar infracciones en el elenco rival. Así, dos tries sucesivos de Bazán Vélez (5m.) y Moneta (6m.), más una conversión de Mare, le permitió a los del DT Gómez Cora irse al descanso con la ventaja 12-5.
El equipo argentino, que no pudo contar en este encuentro final ni con Gastón Revol (suspendido) ni Matías Osadczuk (rotura de ligamentos en su rodilla izquierda), empezó a rotar para ganar oxígeno. Así y todo, el cansancio hizo su aparición y, entonces, un espacio otorgado al adversario le permitió a Lindsay-Hague enfilar por el centro y marcar el segundo try británico. El partido quedó empatado 12-12, a falta de 4 minutos. Sin embargo, en la siguiente jugada, después de ganar la bola en la salida, Argentina volvió a facturar, a partir de la velocidad de Ignacio Mendy, quien se sacó un jugador inglés de encima y se fue derecho al ingoal rival.
Los dos minutos finales fueron jugados con inteligencia por Los Pumas ‘7. Sin otorgarle ventajas a una Gran Bretaña y tratando de provocar sus equivocaciones, el equipo argentino se abrazó a la victoria y logró subirse al tercer y último escalón del podio. Objetivo de mínima cumplido.