El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que las expectativas de inflación en la Argentina carecen de un “ancla” que las frene, aunque eludió realizar un pronóstico sobre la evolución de precios para este año al difundir las proyecciones de crecimiento mundial y regional.
La economista encargada de realizar estimaciones fue la jefa del Fondo, Gita Gopinath, quien alertó que la “expectativa de inflación está desanclada” en el país durante la presentación del Informe de Perspectivas Económicas Mundiales (conocido como WEO, por sus siglas en inglés), en el marco de la Asamblea del organismo y del Banco Mundial que se celebra esta semana en Washington.
El Fondo estimó que la economía argentina crecerá 7,5% este año, una mejora respecto de las previsiones que el mismo organismo hizo en su reporte de julio pasado, cuando estimó una recuperación del 6,4% aunque proyectó una fuerte caída del ritmo para el 2022, ya que el pronóstico es de un incremento de la actividad cercano al 2,6%.
“Vemos que la expectativa de inflación de Argentina está desanclada, en parte es por la dependencia del financiamiento monetario en la Argentina”, señaló Gopinath quien alertó que “es el cuadro actual en el momento, seguimos trabajando a nivel técnico muy de cerca con el gobierno de Argentina para llegar a soluciones para un crecimiento más sostenible”.
Por otra parte, indicó que “los brotes pandémicos en eslabones críticos de las cadenas de suministro mundiales han provocado interrupciones del suministro más largas de lo esperado, alimentando la inflación en muchos países”.
“En general, los riesgos para las perspectivas económicas han aumentado y las compensaciones de políticas se han vuelto más complejas”, consideró al tiempo que aseveró que “muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo, que se enfrentan a condiciones de financiación más estrictas y a un mayor riesgo de desanclar las expectativas de inflación, están retirando el apoyo a las políticas más rápidamente”.