Organizaciones de derechos humanos y vecinos Temperley participaron del homenaje a Pablo y Norma Musso. La esquina de Triunvirato y Blanco Encalada fue señalizada con sus nombres, para mantener activa la Memoria. Él fue secuestrado el 25 de octubre de 1976 y visto en El Infierno de Avellaneda. Ella, su mamá, falleció en 2012 sin poder recuperar el cuerpo de su hijo.
El evento fue este sábado en la intersección de las calles Triunvirato y Blanco Encalada de Temperley, en inmediaciones de la vivienda familiar. Participaron de la convocatoria la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Lomas de Zamora, el colectivo Temperley tiene Memoria, HIJOS Lomas de Zamora y la familia Musso. Se enmarca en la iniciativa “Esquinas por la Memoria”, que se implementa desde hace tiempo en la Región.
Pablo era estudiante de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, fue secuestrado el 25 de octubre de 1976 y testigos aseguran haberlo visto en El Infierno de Avellaneda. Ella formó parte de Madres de Plaza de Mayo y luchó para encontrar a su hijo, que aún hoy permanece en condición de desaparecido.
Su historia
Pablo tenía 26 años. Era técnico mecánico y trabajaba en la fábrica FIFA (subsidiaria de AGFA), ubicada en el centro de Florencio Varela. Participaba de las asambleas y convocaba, pero a los dirigentes de la empresa los molestaba. Poco tiempo antes de ser secuestrado, Pablo se había peleado con el jefe de seguridad de la empresa, que pertenecía a Gendarmería. En el expediente correspondiente a la desaparición de Pablo Musso consta un informe confeccionado por la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPBA), en el que menciona a Pablo Musso y a Roxana Victoria D’Onofrio como integrantes de una comisión interna de delegados de FIFA y como “milicianos de la OPM Montoneros”.
Pablo fue secuestrado de su domicilio en Temperley el 25 de octubre de 1976. Fue visto en el centro clandestino de detención y exterminio Brigada de Investigaciones de Lanús (El Infierno de Avellaneda) por Silvia Beatriz Gorban y Osvaldo Lapertosa. El Juicio Brigadas (en el cual se juzga a casi una veintena de represores por delitos cometidos en la zona sur del Conurbano) comenzó el 27 de octubre del año pasado.
Norma Musso, su madre, llegó al barrio Villa La Perla de Temperley en 1955 y, junto a su esposo, participó activamente en la iglesia de Fátima, en la cooperadora de la Escuela N° 32, en el Club La Perla. Posteriormente, comenzaron a organizarse junto a otros vecinos para la recuperación de la Sociedad de Fomento y del Centro de Salud, lindero a la misma, con movimientos varios, incluidos las primeras manifestaciones vecinales y la lucha por el reclamo del agua, y de otras reivindicaciones barriales.
A partir de la desaparición de Pablo, Norma y un grupo de madres de desaparecidos, formaron la agrupación “Madres de Lomas de Zamora”, llevando adelante diversas tareas. “Siempre respondiendo a las necesidades populares y del lado de los de abajo, Norma participó, activamente en los reclamos por justicia durante las movilizaciones de Masacre de Budge. También persistió en el reclamo por el derecho al agua y al saneamiento de los barrios de Lomas de Zamora, desde el movimiento vecinal Agua para todos con la idea de una vida digna para todos. Con los años y la merma de salud, fue disminuyendo su participación, hasta su fallecimiento en 2012”, recordaron desde el Colectivo por la Memoria de Temperley.