Como todos los veranos ya comenzaron las denuncias de estafas relacionadas con alquileres y reservas de hospedajes en diversos centros turísticos, especialmente de la costa atlántica bonaerense según revela un estudio de la Encuesta Mensual de Inseguridad que contabiliza 300 engaños llevados a cabo a través de las redes sociales.
El trabajo desarrollado por la ONG Defendamos Buenos Aires confirma que “hasta el momento se han producido más de 300 estafas con alquileres falsos en la costa atlántica, fundamentalmente en Pinamar, Villa Gesell, Necochea y Mar del Plata y en Bariloche (Río Negro), Villa la Angostura (Neuquén), Moreno y Gonzalez Catán (Provincia de Buenos Aires) y en total los estafadores han timado al menos 30 millones de pesos”.
En ese sentido, el titular de la ONG, Javier Miglino, precisa que “el gancho llega por el lado del precio” al realizar ofertas por debajo del promedio del mercado que funcionan como anzuelo sumados a la proximidad de las vacaciones y las urgencias por alquilar haceb que las personas confíen y sean estafadas en un valor promedio cercano a los cine mil pesos.
La operatoria suele ser a través de Instagram o Facebook donde se presentan las propiedades en alquiler cuyos presuntos propietarios solicitan un adelanto en concepto de reserva de un 50 por ciento del valor de la renta que debe ser depositado en una cuenta de un banco de primera línea.
“En todos los casos los delincuentes crean un perfil en Facebook o Instagram, suben fotos, ofrecen una descripción sólida de la casa o departamento a alquilar. Contestan preguntas de todo tipo para dar imagen de seriedad y por fin se concreta la estafa. Comienzan a recibir depósitos del 50 por ciento de la estadía (en promedio unos 100 mil pesos), por una propiedad que nunca existió. La operación se paga por depósito en cuenta, por Pago Fácil, Rapipago, Mercado Libre o Ualá. En general la cuenta donde va a parar el dinero, lo redeposita en otra cuenta en forma automática y para cuando llega la investigación judicial, todo es engorroso y del dinero no quedó ni rastro”, explicó Miglino.