Un nuevo homenaje a Diego Maradona en Lomas de Zamora. Los Andes lo recordó con un mural en el estadio Eduardo Gallardón. La obras es de Maxi Flores.
“El Departamento de Cultura de Los Andes llevó adelante un mural de Maradona en la tribuna Horacio Palacios del estadio Eduardo Gallardón, la obra fue realizada por el artista lomense Maxi Flores, en el día de ayer”, anunciaba la institución el domingo. El Milrayitas se suma a los homenajes al barrillete cósmico.
La calle Azamor de Villa Fiorito, donde se encuentra ubicada la casa en la que se crió Diego Armando Maradona, lleva su nombre. La casa, además, fue declarada Patrimonio Histórico y convertida en museo. Sendas iniciativas fueron aprobadas en 2020 por el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora. “Que la cuna de una personalidad tan amada por el pueblo Argentino como lo es Diego Armando Maradona debe preservarse, difundirse y constituir anclaje en la memoria de nuestra comunidad”, señala la ordenanza.
Diego Armando Maradona, el mejor futbolista de la historia y una de las personalidades más influyentes, falleció miércoles 25 de noviembre de 2020 a los 60 años.
Nacido el 30 de octubre de 1960 en el hospital Fiorito de Lanús y criado en Villa Fiorito (Lomas de Zamora), debutó en Primera División con la camiseta de Argentinos Juniors con apenas 15 años y tres años después se consagró campeón mundial juvenil en Japón, dirigido por César Luis Menotti. En 1981 pasó a Boca Juniors, club de sus amores, y se consagró campeón del Metropolitano antes de pasar a Barcelona (1982-1984), donde se reencontró con el “Flaco”. En esos años alcanzó la cumbre de su brillante carrera, tanto en Napoli de Italia (1984-1991) como en el seleccionado mayor, con el que se coronó campeón mundial en México ’86.
El partido con Inglaterra, por los cuartos de final de esa Copa de Mundo, lo transformó en leyenda para siempre. Argentina se impuso 2-1 con dos tantos propios de antología. “La Mano de Dios”, anotado con un puñetazo ante la carga del arquero Peter Shilton, y el gol de todos los tiempos, concretado con un slalom a pura habilidad desde la mitad de la cancha hasta el área mayor.
Con la camiseta argentina también jugó los Mundiales de Italia ’90 (subcampeón) y Estados Unidos ’94, del que marchó después del segundo partido ante Nigeria por un caso de doping. Las drogas también le pusieron fin a su gloriosa etapa en Napoli, donde es adorado como un Dios. Diego condujo a ese club del humilde sur italiano a la gloria deportiva con la conquista de dos Scudettos, una Copa Italia, una Supercopa de Italia y una Copa de la UEFA.
En 1993 retornó al fútbol argentino para una breve etapa por Newell’s Old Boys de Rosario y luego volvió a Boca para ponerle fin a su carrera en 1997. Su partido despedida fue en La Bombonera en 2001 cuando dejó una frase célebre (“la pelota no se mancha” como reconocimiento a todos los errores cometidos en su carrera).
Diego había iniciado antes su experiencia como técnico (Deportivo Mandiyú de Corrientes y Racing), aunque su momento más trascedente en ese rol lo vivió con el seleccionado argentino en el Mundial Sudáfrica 2010, del que marchó eliminado en cuartos de final. Después dirigió en Al Wasl (2011-12) y Al-Fujairah de Emiratos Árabes (2017-18), Dorados de Sinaloa (2018-19) y Gimnasia y Esgrima La Plata.