Cuando llega Semana Santa, chicos y grandes esperan con ansias el domingo para poder abrir, romper y degustar los huevos de chocolate, que hoy son conejos, celulares y hasta joysticks. Sin embargo, pocos saben el porqué de la forma de huevo, conejo y mucho menos del chocolate como material central.
Lo cierto es que el huevo es un símbolo de la Pascua, que representa el inicio de la vida y la fertilidad, al igual que los conejos. Simboliza la Resurrección de Jesús y la esperanza de una nueva vida. Además, el factor climático es central, ya que en Europa el frío se despide en esta época del año y da paso al florecimiento de árboles y plantas, contrario a lo que sucede en Argentina.
¿Y por qué el domingo? Si bien hoy la tradición indica que no se puede comer carne roja en Viernes Santo, antiguamente este precepto se ampliaba a otros elementos de origen animal (como los huevos) y a más días (se incluía el sábado). También hay información que indica que frente a la falta de carne, se consumían estos productos que podían conservarse mejor. Con el tiempo, el huevo se convirtió en un regalo y fue adquiriendo colores.
Mucho más tarde, ya en el Siglo XIX, comenzaron a hacerse de chocolate, una tradición europea muy arraigada. En lugar de regalar los tradicionales bombones, se fabricaban para esta época los óvalos de chocolate
Eso sí, la mutación en las formas que se pueden ver hoy en góndolas de supermercados, como celulares y joysticks, obedecen únicamente a estrategias de márketing. Alentar el consumo de los más chicos llega por vía de la prometida “sorpresa” o bien por la innovación en las formas. Y para aquellos que están dispuestos a pagar más de la cuenta por el mismo peso de chocolate y están lejos de la niñez pero no del fanatismo, hay opciones tan seductoras como la batiseñal.